¡¡¡ Hemos sobrevivido !!!

Estoy de vuelta por fin. ¿Alguien me ha echado de menos?
Yo si eché de menos este trasto llamado ordenador y tuve miedo de encenderlo porque entre tanto cable y movimiento pensé que no iba a acertar. Pero oh cielos estoy aquí y con un trabajo increíble ante mí y es el leer más de 500 e-mails. A pesar de que dije a mis amigos y contactos que no reenviasen nada, no me han hecho caso. ¿Para cuando? No tengo ni idea, aún quedan remates en la casa y bastantes.
¿Os suena este título de la película? ¡Esta casa es una ruina! Pues eso mismo. Lo de menos fue recoger y pintar. Aparentemente todo fácil. Pero una vez pintada casi toda la casa había que limpiar y colocar. Descubrimos que se salía un radiador de la calefacción nada menos que el sábado al intentar poner en su sitio unas estanterías. Conseguimos no sin agobio a alguien que nos lo arreglara un día de fiesta (nada fácil).
Nuestro piso es pequeño y había que llevar las cosas de un sitio a otro, lo que dificulta aún más las cosas de lo complicado que era todo.
De paso me animé a lijar el parquet y barnizarlo. Quedó bastante bien, al menos ¡brilla algo más!
Cuando creíamos que estaba todo terminado se levantó todo el yeso en el techo del salón y se resquebrajó toda la pintura y hubo que empezar desde cero. Raspar todo dar de llana y pintarlo de nuevo.
Por fin conseguimos medio arreglar las cosas cuando se nos estropeó la caldera del agua caliente. Tuvimos que comprar una nueva. Ahora tengo un agujero en techo de la terraza porque hubo que romper un trozo de escayola y estamos esperando que venga el escayolista mañana sábado con lo que eso conlleva de polvo blanco. Y entre medias para que no falte de nada también se fastidió el motor de desagüe de la máquina friegaplatos.
¿Es o no una ruina?
En este momento sigo teniendo todo el pasillo lleno de botes, ollas y utensilios de cocina. Para buscar las patatas y las cebollas en vez de despensa las busco dónde puedo.
Parece que a estas alturas no hemos hecho nada y llevamos enredados quince días con sus respectivas noches. Ufff... tenía un miedo terrible a pintar y la verdad es que razones no me han faltado porque se confirmaron mis temores: "Las mudanzas y las pinturas son lo más parecido a un incendio.
Algunos días hemos dormido en el suelo y eso fue lo más divertido. Parecíamos niños pequeños disfrutando encima de una montaña de cacharros y objetos sin identificar.
Hago la solemne promesa de no pintar más, al menos hasta dentro de 10 años si es que no me he muerto ya. No os canso más de lo mismo. El resto de detalles ya os lo podéis imaginar y montaros vuestra propia película, sobre todo los que tenéis en mente el pintar vuestra casita. Queda muy linda eso si y podremos disfrutarla cuando pasen unos días...