No estoy pesimista ni deprimida ni nada por el estilo, solo que en vacaciones tengo más tiempo para reflexionar. Rodeada de amigos, familia me suele venir a la cabeza la pregunta ¿Y si fueran estas mis últimas vacaciones con los míos?
¿Cómo será la vida de los míos sin mi en el futuro? Pienso en los que fueron, el recuerdo que dejaron y un largo etc.
Yo sola me lo guiso y me lo como, me pregunto, me respondo y llego a la conclusión de que no merece la pena hacerse estas preguntas, porque no tienen respuesta.
Pero está bien pensar en lo que podemos hacer y cambiar ahora en el día a día.
Seguro que que dar lo mejor que tenemos de nosotros es una buena opción. La generosidad es síntoma de salud: compartir, ayudar, estar disponible, no quejarse, no amargar a los demás con lamentos inútiles y estar alegres, siempre estar alegres y a ser posible con una sonrisa...
Cuantas veces nos ha cambiado la vida en segundos y nada de lo previsto nos ha servido. Todo esto lo cuento porque recibí hoy un e-mail que corrobora mi teoría.
Hay que vivir lo mejor que sabemos y asumir nuestros actos como parte del aprendizaje mientras caminamos hacia el final. Sinceramente en estos momentos pienso que es inútil apelar a segundas oportunidades sabiendo que nunca las tendremos llegados a este instante de partir.
Suspirar por lo que hemos dejado de hacer y querer cambiar nuestra vida, no creo que sea la mejor manera de despedirnos ...
Y después de éste preámbulo os dejo con el e-mail.
Bronnie Ware, pasó años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo a pacientes terminales, en sus últimas 12 semanas de vida. Le impactó tanto, que decidió contar su experiencia, en un blog llamado Inspiration and Chai, donde reprodujo los últimos deseos de sus pacientes.
Yo sola me lo guiso y me lo como, me pregunto, me respondo y llego a la conclusión de que no merece la pena hacerse estas preguntas, porque no tienen respuesta.
Pero está bien pensar en lo que podemos hacer y cambiar ahora en el día a día.
Seguro que que dar lo mejor que tenemos de nosotros es una buena opción. La generosidad es síntoma de salud: compartir, ayudar, estar disponible, no quejarse, no amargar a los demás con lamentos inútiles y estar alegres, siempre estar alegres y a ser posible con una sonrisa...
Cuantas veces nos ha cambiado la vida en segundos y nada de lo previsto nos ha servido. Todo esto lo cuento porque recibí hoy un e-mail que corrobora mi teoría.
Hay que vivir lo mejor que sabemos y asumir nuestros actos como parte del aprendizaje mientras caminamos hacia el final. Sinceramente en estos momentos pienso que es inútil apelar a segundas oportunidades sabiendo que nunca las tendremos llegados a este instante de partir.
Suspirar por lo que hemos dejado de hacer y querer cambiar nuestra vida, no creo que sea la mejor manera de despedirnos ...
Y después de éste preámbulo os dejo con el e-mail.
Bronnie Ware, pasó años trabajando en cuidados paliativos, atendiendo a pacientes terminales, en sus últimas 12 semanas de vida. Le impactó tanto, que decidió contar su experiencia, en un blog llamado Inspiration and Chai, donde reprodujo los últimos deseos de sus pacientes.
El éxito fue tal, que al poco tiempo lo plasmó en un controvertido libro, titulado « Los cinco mejores lamentos de los que van a morir”. Ninguna mención al sexo, tampoco les importaba, irse sin haber probado experiencias vibrantes como hacer puenting o no haber cumplido con otros clásicos como escribir un libro o plantar un árbol.
Ware habla, de la claridad y de la visión espectacular que tiene la gente al final de sus vidas, y cómo podemos aprender de su sabiduría. "Cuando se les preguntaba de qué se arrepentían o si hubieran hecho algo de manera diferente, casi siempre me respondían lo mismo". "La lista era larga, pero en el libro, traté de centrarme en los cinco más comunes", explica la autora. Estas son las "confesiones sinceras y reales, de las personas que cuidé en su lecho de muerte".
1.Ojalá hubiera vivido a mi manera
Muchos se quejaban, de no haber tenido el coraje de vivir una vida, fiel a sí mismos, sino a lo que los demás esperan de ellos. "Cuando se dan cuenta, que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás, es fácil ver cuántos sueños se han quedado en el camino. La mayoría no había cumplido aún ni la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las decisiones que habían tomado".
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro
Ware afirma que ésta era la frase más repetida por los pacientes de sexo masculino. Casi todos los hombres que cuidó sufrían, por haberse perdido la infancia de sus hijos, también la juventud de sus hijos y lamentaban no haber disfrutado más de la compañía de su pareja. Sentían que habían malgastado tanto sus vidas; comprendieron tarde que no se debe basar la existencia en el trabajo. "
3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos
A menudo las personas, renuncian a sus sueños e ideales, por el bien de los demás. Ocultan sus sentimientos, con el fin de mantener la paz de su entorno. Como resultado, se conforman con una existencia mediocre y nunca llegan a ser lo que en realidad quieren ser o lo que realmente son capaces de hacer. "El origen de muchas enfermedades tiene relación con la amargura, la frustración y el resentimiento que esto conlleva", explica Ware.
4. Ojalá, hubiera mantenido el contacto con mis amigos
"Casi todos se acordaban de sus viejos amigos, y recordaban con pesar los mejores momentos vividos a su lado, lamentando no haber sido capaces de mantener esa amistad con el paso de los años. Querían despedirse de ellos, pero no siempre fue posible localizarlos", cuenta Ware.
1.Ojalá hubiera vivido a mi manera
Muchos se quejaban, de no haber tenido el coraje de vivir una vida, fiel a sí mismos, sino a lo que los demás esperan de ellos. "Cuando se dan cuenta, que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás, es fácil ver cuántos sueños se han quedado en el camino. La mayoría no había cumplido aún ni la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las decisiones que habían tomado".
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro
Ware afirma que ésta era la frase más repetida por los pacientes de sexo masculino. Casi todos los hombres que cuidó sufrían, por haberse perdido la infancia de sus hijos, también la juventud de sus hijos y lamentaban no haber disfrutado más de la compañía de su pareja. Sentían que habían malgastado tanto sus vidas; comprendieron tarde que no se debe basar la existencia en el trabajo. "
3. Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos
A menudo las personas, renuncian a sus sueños e ideales, por el bien de los demás. Ocultan sus sentimientos, con el fin de mantener la paz de su entorno. Como resultado, se conforman con una existencia mediocre y nunca llegan a ser lo que en realidad quieren ser o lo que realmente son capaces de hacer. "El origen de muchas enfermedades tiene relación con la amargura, la frustración y el resentimiento que esto conlleva", explica Ware.
4. Ojalá, hubiera mantenido el contacto con mis amigos
"Casi todos se acordaban de sus viejos amigos, y recordaban con pesar los mejores momentos vividos a su lado, lamentando no haber sido capaces de mantener esa amistad con el paso de los años. Querían despedirse de ellos, pero no siempre fue posible localizarlos", cuenta Ware.
"A veces nos sentimos tan absorbidos por nuestras propias vidas, que es como si estuviéramos atrapados, y renunciamos a uno de los mayores tesoros de la vida, la amistad.
He sido testigo de la profunda pena y arrepentimiento que esto ha ocasionado a mis pacientes, les atormentaba, no haber dedicado a sus verdaderos amigos, el tiempo y esfuerzo que merecían.
Todo el mundo echa de menos a sus amigos, cuando se están muriendo", añade la enfermera.
5. No he sabido ser feliz
Muchos de los pacientes no se dan cuenta hasta el final de sus vidas, de que la felicidad es una elección.
Se quedan atascados en viejos patrones y hábitos. El llamado “dedicarse a la familia" interfiere con su salud emocional. El miedo al cambio, les lleva a pensar que están contentos con lo que tienen, cuando en el fondo anhelaban hacer otras cosas.
¿Te sientes identificado con alguna de estas frases?
¿Cambiarías algo de tu vida?
Te invito a reflexionar......vale la pena.......estás a tiempo..............
Es el momento de hacerlo si no queremos sumarnos a estas estadísticas y despedirnos con esta pesadumbre.
5. No he sabido ser feliz
Muchos de los pacientes no se dan cuenta hasta el final de sus vidas, de que la felicidad es una elección.
Se quedan atascados en viejos patrones y hábitos. El llamado “dedicarse a la familia" interfiere con su salud emocional. El miedo al cambio, les lleva a pensar que están contentos con lo que tienen, cuando en el fondo anhelaban hacer otras cosas.
¿Te sientes identificado con alguna de estas frases?
¿Cambiarías algo de tu vida?
Te invito a reflexionar......vale la pena.......estás a tiempo..............
Es el momento de hacerlo si no queremos sumarnos a estas estadísticas y despedirnos con esta pesadumbre.
Buenos temas para reflexionar. Creo que todos, en algún momento, pensamos que no hacemos todo lo que deseamos, o que la vida no nos lo ha permitido, aunque en realidad sólo depende de nosotros mismos tomar uno u otro camino.
ResponderEliminarBesos Katy.
Que alegría verte por estos lares.
EliminarSi creo que es una buena reflexión porque solemos dejar para mañana lo que nos perturba. Efectivamente el humano tiende a desear más, traspasar sus límites, buscar, saber, conocer...
Y reflexionar ayuda a marcarnos el camino cuando se pone cuesta arriba.
Bss y gracias:-)
Comparto con Elena todo lo que comenta. La dida es larga o corta segun como la vivas, pero siempre te queda pensar en esos ultimos dias es, "SI YO HUBIERA SABIDO", YA, PERO LA VIDA ES COMO UNA CINTA DE VIDIO SIN RETROCESO. besos
ResponderEliminarLleva razón Elena, pero por es conveniente pensarlo ahora y no dejar estos pensamientos para el último día, cuando ya nada se puede hacer. Como bien dices no hay vuelta atrás.
EliminarBss
Leí a un declarado anticlerical como Blasco Ibañez decir que todo hombre en su postrer momento tiene, aunque no lo haya creído durante toda su vida, un último pensamiento por la salvación de su alma. Es posible que así sea, no lo sé; y tampoco sé si el propio escritor sufriría ese proceso. Sea como fuere, con independencia de las cosas que se hayan hecho o no durante una vida, en cualquier ámbito de existencia y por cualquier causa, lo importante supongo que debe ser, así me gustaría que llegara a suceder cuando me toque, hacerlo en paz, sin nada que reprocharme y sin que los demás tampoco lo hagan.
ResponderEliminarUn abrazo Katy.
Es verdad, muchos ateos y científicos han tenido este pensamiento. El pensar que todo se acaba crea el ansias de querer prolongar nuestra vida un poco más y si no puede ser tal vez haya otra.
EliminarMi deseo es compartido, hacerlo en paz y despedirme a ser posible de los míos con serenidad , con coherencia y como dices sin reproches.
Bss
Sí, son temas para reflexionar en profundidad. Y leyendo el comentario anterior, no puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarBesitos
Es que muchas veces dejamos estas reflexiones para cuando ya es demasiado tarde. La vida está aquí en el hoy y en el ahora. Mañana quizás ya no tendremos la oportunidad de hacer mejor las cosas.
EliminarBss Ely
Yo creo como Elena, que todo lo que hacemos o no hacemos en la vida siempre depende de nosotros mismos en definitiva.
ResponderEliminarMuy buen post para reflexionar Katy!!
Cariños!
Lau.
Hay muchas cosas que dependen de nosotros otras no tanto, pero lo que si depende de nosotros es la ACTITUD que toamos para enfrentar la vida.
EliminarBss y gracias por la visita.
Si tantos coincidieron en ello será porque, ciertamente, son cosas que se lamenta, sin embargo creo que cada etapa de la vida conlleva unas necesidades y obligaciones y que a toro pasado es fácil hablar, quizás si empezasen de nuevo cometiesen los mismos ¿errores o servidumbres de la vida?
ResponderEliminarEstupenda reflexión.
Un beso.
Estoy contigo Wendy. La vida es un aprendizaje, y vamos teniendo conciencia de las diferentes etapas. No las podemos saltar así como así, de ahí vienen las frustraciones. Y si hubiera hecho esto, o lo otro. Tenemos que ser conscientes y luego consecuentes, Querer cambiar las cosas en el último momento de poco sirve.
EliminarBss
Espero tener ocasión de pedirle perdón a todas las personas que haya podido molestar, aunque no haya sido conscientemente. No me gustaría marcharme con saldo deudor, por eso procuro practicarlo con frecuencia, no sea que me sorprenda sin aviso.
ResponderEliminarBesos
Pedir perdón es lo único que podemos hacer si no lo hemos hecho antes. Creo que las lamentaciones de no haber hecho esto o lo otros ya no cambia las cosas. Al contrario irse así debe ser muy duro.
EliminarMe parece una práctica muy loable la tuya.
Bss
Una hermosa entrada para hacer una parada y reflexionar acerca de nuestra vida, así como de las relaciones con los demás. Analizar errores y malas actitudes y sacando provecho de ellas rectificar y procurar aprender.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias José Manuel, esta es la parada positiva para aprovechar a reflexión aquí y ahora.
EliminarBss
Amiga Katy, mi última reflexión y deseo sería poder pensar en quien quiero y en quienes me quieren. Me encantaría ver unos ojos felices y una gran sonrisa en todos aquellos que han ido a despedirme.
ResponderEliminarMe me obligues a pensar mucho, porque mi sustancia gris ya está casi blanca; al menos así la veo en mi espejo. Isidro.
Un bello deseo que te será concedido. Seguro que si. No puede ser de otra manera para quien tiene un corazón tan grande como el tuyo. No te mires en en el espejo físico porque el espejo de tu alma es aún muy joven, no hace falta mas que leerte.
EliminarBss
Unos minutos conmigo misma gracias a tus preguntas y esta es mi respuesta: Un día me di cuenta de que podía vivir a mi manera, sin molestar a nadie y que si no lo había hecho hasta entonces era por falsas vanidades, por creer que tenía que hacer lo que otros esperaban que hiciera. Realmente solo esperaban que yo fuera feliz. Mucho tiempo perdido.
ResponderEliminarSaltos y brincos
Estupendo tu testimonio. Es así, nte todo tenemos que ser nosotros mismos y no actuar como los demás espren que actuemos. Difícil Cuando te das cuenta ya has perdido un tiempo precioso.
EliminarUn abrazo
Una reflexión que pocas veces me he planteado, pero es verdad que todos los dias pienso en lo corta que es la vida, que pende de un hilo y que hay que aprovecharla al minuto.
ResponderEliminarCreo que pensaría en cuántas cosas se me han quedado pendientes por ser tan cómoda, cuántas cosas he podido hacer y no he hecho aún teniendo todo el tiempo del mundo.
Un saludo y me dejas pensando...
Está bien volver sobre nuestros pasos y prensar pero no lamentarnos. No tiene vuelta de hoja. Creo y así lo vivo, es hacer las cosas como deseo ahora. Es nuestra única posibilidad.
EliminarBss
cada uno de ellas nos hacen ver lo miserables que podemos llegar a ser las personas muchas veces no nos damos cuenta o no queremos darnos cuenta de toda esta realidad yo sin ir muy lejos a veces no valoro aquello que tengo en mi alrededor y me d ejo llevar por las tonteris del mundo entero
ResponderEliminargracias me ayudo mucho y lo tomare encuenta
Muchas gracias Milton. Tampoco hay que fustigarse demasiado¡. Somos como somes y cometemos muchos errores. El darnos cuenta ya es meritorio, porque a veces nos ayuda a cambiar.
EliminarUn abrazo
Hola Katy!
ResponderEliminarya estoy de vuelta!
En vacaciones tambien yo me pongo a pensar y repensar... y suelo sacar buenas conclusiones que luego me ayudan el resto del año.
Tu lectura me ha gustado mucho. Sobretodo porque es muy humana, muy "de tod@s".
El dia a dia nos envuelve (y nos dejamos envolver), y la velocidad de la vida hoy en dia, y tantas y tantas excusas... pero lo cierto es que el tiempo es limitado, las ocasiones contadas, y debemos hacer lo que nos permita vivir con salud fisica y mental. A veces no es facil... pero no imposible.
Ojala tomemos consciencia en el dia a dia de esta realidad y nos enfrentemos con menos miedo a la vida. Aunque solo sea para que no nos fagocite ella a nosotros/as... (y nos dejemos fagocitar).
Un abrazo muy fuerte y seguimos en contacto :)
Bienvenida y muy agradecida por esta aportación personal y profesional que noa ayuda a ver el tema desde otro punto de vista. El miedo que tantas veces nos paraliza sin tener por qué.
EliminarBss Laura, claro que nos leemos.
hola Katy.
ResponderEliminarafortunadamente no tengo nada que lamentar, no aprendi a manejar pero afortunadamente no tengo que preocuparme por el mantenimiento del coche, y ademas hay transporte publico que maravilla. hay tantas cosas por hacer que no tengo tiempo de lamentaciones.
recibe un fuerte abrazo