¿Sabemos reconocer las cualidades y virtudes de los demás?

Psicólogos y terapeutas nos advierten sobre el enfriamiento en las relaciones entre los miembros de las familias y el distanciamiento en nuestras relaciones en general por la falta del elogio y valoración del otro.
Cada vez hay menos comunicación y más frialdad o pasotismo afectivo, menos demostraciones de cariño, y un aumento de la crítica negativa y sobre todo el reproche. Somos cada vez más intolerantes, agresivos, introvertidos, y desconfiados.
Si nos fijamos un poco, descubrimos muy pocas frases amables de unos para con otros en los círculos en los que nos movemos. Cuanto nos cuesta a veces soltar una palabras de una admiración o reconocimiento. Y sin embargo que pronto decimos lo que no nos gusta.
No es frecuente que un jefe reconozca ante los demás el trabajo de sus subordinados, cada vez los padres e hijos omiten ponderar comportamientos, en las parejas y entre los amigos tampoco descubrimos este gesto que en el fondo todos demandamos...
Sería bueno que estuviéramos atentos a estas muestras y cuidáramos nuestras relaciones mostrando interés por el trabajo de cada uno, procurando destacar cualidades y talentos.
Jefes, maestros, profesionales, padres, hijos y amigos intentemos pronunciar esas palabras amables que favorezcan la autoestima y la comunicación. Elogiemos una buena actitud, la ética, el talento y la belleza de nuestros compañeros o nuestras compañeras, el comportamiento de nuestros hijos, las virtudes de los amigos en voz alta, que los defectos bien que los pregonamos a los cuatro vientos
Vivimos en una sociedad en la que nos necesitamos unos a otros y es imposible permanecer aislados de los demás. El reconocimiento por parte de nuestros semejantes de nuestras cualidades es lo que nos motiva y ayuda en la vida a crecer y madurar como personas.

¿Cuantas personas podrías hacer feliz hoy elogiándola de alguna manera?

Tú que me estás leyendo eres muy especial:)