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jueves, 3 de noviembre de 2011
El poder de la vida sin violencia
Anécdota del nieto de Mahatma Gandhi: "La mentira descubierta"
El Dr. Arun Gandhi, nieto de Mahatma Gandhi y fundador del instituto M.K. Gandhi para la Vida Sin Violencia, en su lectura del 9 de Junio en la Universidad de Puerto Rico, compartió la siguiente historia como un ejemplo de la vida sin violencia en el parte de sus padres:
"Yo tenía 16 años y estaba viviendo con mis padres en el instituto que mi abuelo había fundado en las afueras, a 18 millas de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.
Estábamos bien al interior del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mí, siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.
Un día mi padre me pidió que le llevara a la ciudad para asistir una conferencia que duraba el día entero y yo aproveché esa oportunidad.
Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes, como llevar el auto al taller. Cuando me despedí de mi padre él me dijo: Nos vemos aquí a las 5 p .m. y volvemos a la casa juntos.
Después de completar muy rápidamente todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me concentré tanto en la película, una película doble de John Wayne, que me olvidé del tiempo.
Eran las 5:30 p. m. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 p. m. Él me preguntó con ansiedad: - ¿Por qué llegas tarde?
Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne; entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar... esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.
Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: - Algo no anda bien en la manera como te he criado puesto que no te he dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar que es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y a pensar sobre esto.
Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que no estaban ni pavimentados ni alumbrados. No lo podía dejar solo... así que yo conducí 5 horas y media detrás de él... viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.
Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir. Muchas veces me acuerdo de este episodio y pienso...
¿Si me hubiese castigado de la manera como nosotros castigamos a nuestros hijos ¿hubiese aprendido la lección?
¡No lo creo! Hubiese sufrido el castigo y hubiese seguido haciendo lo mismo. Pero esta acción de no violencia fue tan fuerte que la tengo impresa en la memoria como si fuera ayer.
¡Éste es el poder de la vida sin violencia!
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Intentaré recordarlo la próxima vez que vaya a castigar a uno de mis niños, pero como seguro que no lo consigo, o lo consigo después de haberlo castigado ya, tendemos a repetir los comportamientos que aprendimos de niños y tendemos a saber que están equivocados y tendemos a no corregirlos :(
ResponderEliminarY ahora también tengo que ir a tender la ropa :D
Un beso, Katy, guapa
Me parece una lección de una sabiduría inmensa. ¿Pero qué padre haría eso en la actualidad? Poquísimos. La mentira está a la orden del día, pequeña o grande, así como el buscar la culpa en los demás, en lugar de mirarse a uno mismo. Sigo pensando que nos queda mucho por aprender, y que por desgracia no siempre seguimos los mejores ejemplos.
ResponderEliminarSaludos
Estupenda forma y estupenda reflexión y es que las personas no son conscientes de lo que acarrean las mentiras, si lo supieran...la gran mayoría de veces no lo harían.
ResponderEliminarNo sé porque pero soy incapaz de hacerlo y no me gustan que me mientan, por lo dicho anteriormente, ¡cuantos disgustos se ahorrarían muchos si dijeran la verdad desde el principio!, tuerce vidas y desencaminan acontecimientos fructíferos y agradables.
La mentira siempre es oscura.
Un abrazo Katy, una buena forma de hacer ver lo que las mentiras a veces logran.
Siempre he admirado a quien sabe solucionar los problemas de forma original, constructiva, lejos del arrebato inicial e irracional.
ResponderEliminarUn beso.
Y el de una conciencia bien desarrollada, madame. La labor educativa sí que había dado sus frutos, pese a esa pequeña debilidad.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
como siempre kat e sirvio d mucho tal reflexion... te felicito por las cosas que decides plasmar en este sitio.
ResponderEliminarBUENAS TARDES AMIGAAAA, Q BUENA REFLEXION, NO SE PUEDE MENOS Q APRENDER CUANDO SE LA LEE. TE DEJO UN GRAN ABRAZO
ResponderEliminarCHRISSSS
Hola Alma segura que eres una madre ejemplar. Creo que hay que predicar con ejemplo y educar. No es fácil porque seguro que este padre también se equivocó en otras cosas, No somos perfectos. Pero si lo intentas los hará mejor que si pasas del tema.
ResponderEliminarBss
P.D. Cuanto trabajáis las madres
Tienes razón Sinfin y hay cosas que se pueden perdonar pero las mentiras si no se corrigen tienden a ser cada vez mayores.
ResponderEliminarA mis nietos siempre les digo que tienen que decir la verdad . Porque creo que tenemos cierta tendencia genética a las mentirijillas.
Un abrazo
Tienes razón Montse, cuantos disgustos nos ahorraríamos con la verdad por delante. Hay mentiras y mentiras. No es lo mismo difamar que decir que no no nos hemos comido ningún caramelo.
ResponderEliminarDesde luego este chico aprendio la lección seguro.
Bss
Eso ya es otro cantar Elena. Contar hasta diez antes de chillar es un buen consejo. Pero a veces los ánimos están caldeados, estamos cansados y no somos capaces de razonar.
ResponderEliminarYo probablemente igual le hubiera dado una reprimenda a gritos, nunca se sabe:)
Bss
Así es madame. Las conciencia se educan también y esto es lo que falta hoy día en que todo vale. A los niños se les sienta delante de la caja tonta y ya está. Se educan sin modelos y haciendo lo que les place.
ResponderEliminarBisous
Gracias my heart ya sabes que procuro seguir educándome y reeducándome y esta es una forma de seguir en la brecha.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Bss
Hola Christian, que alegría por tu paso por Pasitos.
ResponderEliminarCuanto tiempo has estado perdido en el ciberespacio. Supongo que por tantos compromisos y trabajos.
Bss. Iré a verte a ver si has publicado algo.
Me gusta venir aquí y leer estas lecciones, simpre se puede aprender algo más.
ResponderEliminarGracias
Besitos
Hola Elysa, y a mi que vengas y me dejes siempre unas bellas palabras de ánimo.
ResponderEliminarBss
No sé si funcionaría para corregir a los niños, porque creo que también hay una base cultural y una forma de pensar distinta.
ResponderEliminarComo dice mi mujer, lo que hay que hacer es hacer algo que impacte y no se olvide, como sucede en este caso.
A veces nos funcionó y otras no, porque resulta hoy muy interesante ver lo que ellos recuerdan de su infancia y la visión tan diferente de lo que sucedió.
Un saludo.
Qué importancia tiene la actitud que tengamos ante nuestros hijos.
ResponderEliminarNo siempre los castigos consiguen el aprendizaje, quizás lo importante es ver el sufrimiento de los nuestros para tomar lecciones.
Un beso
Una lección difícil de llevar a cabo pero que deberíamos aprender para poder enseñar con el ejemplo.
ResponderEliminarCierto Valverde, yo también he constatado esta lectuta y visión diferente de los hijos sobre algo que sucedió. Pero lo que importa es cómo educamos y no podemos controlarr su respuesta a la vida que ha de ser personal. Nustra labor es mostrar. El que funcione o no no es tarea nuestra creo yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Nadad es fácil noe cuando hablamos de personas. Y nuestra responsabilidad para con los hujos hace que a veces nos equivoquemos.
ResponderEliminarPero predicar con el ejemplo como dices es fundamental.
Bss
Hola Candi creo que, el que los padres se impliquen afectivamente en la educación de los hijos es un tanto a favor como dices Candi. Lo que no podemos asegurar es que los chicos asimilen las cosas según queremos.
ResponderEliminarBss y buen finde
Pero al final qué pasó con la compra de la madre??? Seguro que ahí quedó la falta!!! ja ,ja... disculpa, siempre tengo que ver el vaso de color rosa... no puedo evitarlo, soy rosa!! ja, ja... Bss...
ResponderEliminarJajaja lo de menos era la compra. Esa es otra historia. Seguro que se la llevaron a altas horas de la noche y parte pocha si era perecedera.
ResponderEliminarGracias por tu siempre buen humor Cari.
Bss y buen finde