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jueves, 18 de febrero de 2010
¿Está Dios en Haití?
Juan Antonio Estrada en Diario de Sevilla, 23 de enero de 2010
¿Está Dios en Haití?
Desde la perspectiva científica el terremoto tiene una doble explicación. Por un lado, una zona sísmica, siempre amenazada por terremotos y maremotos, que se suceden con frecuencia. Por otra, que se ha practicado una deforestación masiva del país, que contrasta con la superficie de la República Dominicana, la otra parte de la isla.
Además se ha dado una sobreexplotación del suelo, un agotamiento de los recursos naturales, en parte por empresas que han sido pan para hoy y hambre para mañana, y una fuerte explosión demográfica bajo gobiernos corruptos y dictatoriales, como los Duvalier, cuyo heredero se gasta hoy su fortuna en Francia.
Cuando el terremoto llegó casi todo se vino abajo, incluido el centro histórico y las instalaciones estatales. Pero el barrio rico y moderno de Pétion Ville, en Puerto Príncipe, apenas ha sufrido daños. Es una isla segura, sólida y bien librada del azote natural.
La conclusión es evidente: con otra política y gobierno, otra distribución de la riqueza y otro tipo de construcciones se hubiera amortiguado mucho la violencia de la naturaleza en el país más pobre de América.
Antes que preguntarse por Dios, ¿por qué permite esto?, hay que preguntar al hombre ¿cómo consentimos que tantos seres humanos vivan en la miseria, indefensos ante la naturaleza? La tragedia de Haití sigue al tsunami de Indonesia y vendrán muchos más, porque tres cuartas partes de la humanidad viven en la pobreza, sin medios para controlar la naturaleza. Tenemos los recursos técnicos y materiales para reducir al mínimo estos desastres, pero la distribución internacional de la riqueza los invalida.
¿Y dónde está Dios? Seguimos esperando milagros divinos que cambien el curso de la naturaleza; apelamos a la Providencia para que intervenga en las catástrofes naturales; rezamos y pedimos prodigios y señales. Y Dios guarda silencio y no actúa como esperamos. No aprendemos de la historia. No paró la cruz en el Gólgota; no intervino para evitar Auschwitz; no es el Dios relojero de Newton, que ajusta el reloj natural de vez en cuando; no modifica las leyes de la creación, descubiertas por la ciencia.
El hombre y el universo son obra de un creador que respeta la libertad humana y el dinamismo de la naturaleza. Si buscamos al Dios milagrero, siempre a la escucha de los deseos del hombre, busquémoslo en otra religión, no en la del Dios crucificado. Es inconcebible que los cristianos sigamos esperando intervenciones prodigiosas, como en tiempos de Jesús, sin asumir la mayoría de edad del hombre y la autonomía del universo, cuyas leyes conocemos mejor y cada vez más.
En cambio, encontraremos a Dios, si lo buscamos identificándose con las víctimas y llamando a los hombres de buena voluntad a la solidaridad y la justicia; si esperamos que Dios nos inquiete, nos provoque y nos llame a colaborar de mil maneras para mitigar el dolor en Haití; si creemos que Dios no es neutral y que el contraste entre el gran mundo pobre y la minoría de países ricos clama al cielo.
Hay que ayudar a Dios para que se haga presente en Haití, porque necesita de los hombres para que llegue ahí el progreso y la justicia. Los muertos y refugiados de la catástrofe tienen hambre de justicia, la de las bienaventuranzas, y Dios necesita testigos suyos para hacerse presente.
Nadie puede hablar en nombre de las víctimas sin experimentar sus sufrimientos ni padecer su forma de vida, sólo hacernos presentes a ellos. El protagonismo corresponde al ser humano: Dios es autor de la historia, en cuanto inspira, motiva y envía para la solidaridad y la justicia. El Dios cristiano no es la divinidad griega que siente celos del hombre y castiga a Prometeo, sino el que se enorgullece de la capacidad para generar vida con la ciencia y el progreso, sólo exigiendo que los recursos naturales se pongan al servicio de todos.
Hay que actuar como "si Dios no existiera" y todo dependiera de nosotros, universalizar la solidaridad y cambiar las estructuras internacionales que condenan a pueblos enteros a la miseria. Desde ahí podemos esperarlo todo de Dios y pedirle que fortalezca, inspire y motive a los que luchan por un mundo más justo y solidario.
Dentro de pocos meses Haití será un mero recuerdo, excepto para los que siguen allí, y los habremos olvidado, como a Indonesia o las hambrunas del África subsahariana. La gran tragedia del siglo XXI es la de una humanidad que tiene recursos para acabar con el hambre y mitigar las catástrofes naturales, pero prefiere emplearlos en armamento, para defenderse de los pobres; en policías, para evitar que lleguen a nuestras islas de riqueza y en los despilfarros consumistas de una minoría de países.
Del mal de Haití somos todos responsables y la solidaridad no puede quedarse en el acontecimiento puntual, aunque sea necesaria, sino que exige otra forma de vida.
Juan Antonio Estrada es un filósofo,teólogo, escritor y docente español.
Licenciado en filosofía por la Universidad de Comillas de Madrid, obtuvo el doctorado en la Universidad de Granada, donde en la actualidad ejerce como profesor de Metafísica y de Filosofía de la religión.
En cuanto a la teología, realizó sus estudios en Innsbruck, en cuya Universidad obtuvo el título de maestro en teología. Posteriormente completó sus estudios en la Universidad de Múnich y en la Universidad Gregoriana de Roma, en la que obtuvo el título de doctor en teología.
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Interesante artículo que daría mucho para debatir.
ResponderEliminarDesde luego, yo admitiré mi parte de culpa por vivir en un país democrático occidental, por no pasar hambre, tener un techo bajo el que dormir y una escuela para mis hijos. Vale, soy culpable.
Pero creo que una larga lista de gobiernos corruptos que no hacen nada por el bienestar de su pueblo, deberían admitir su parte de culpa también.
Ya digo, habría mucho que debatir.
Besos.
hAY kATY ME DEJAS SIN PALABRAS, LA VERDAD NO SABRIA QUE RESPONDERTE, UNOS TIENEN DE SOBRA Y OTROS NADA, MUY INJUSTO TODO, ABRAZOS Y BUENAS NOCHESS
ResponderEliminarHola Katy!! Es una carta que puede analizarse desde varios puntos de vista. Es verdad que somos responsables de nuestros actos y sus consecuencias pero también cuando elegimos nuestros gobiernos para que traten de solucionar muchos de estos problemas, nos encontramos con corrupción, desidía y deseo de poder a costa de cualquier sufrimiento del otro y eso precisamente no es lo que buscamos cuando votamos esos gobiernos. Coincido con Elena habría mucho que debatir.
ResponderEliminarBesosssssss
Buena invitación a la reflexión, sobre cuanta culpa tenemos todos y cada uno de nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Katy en mi blog tienes un pequeño obsequio. pásate a recogerlo cuando tengas un ratito.
ResponderEliminarMuy buen artículo, da que pensar. Dios sobre todo esta o debería estar en el corazón de cada ser humano.
ResponderEliminarQuizá todos tenemos un pequeño Haití a nuestro alrededor.
Claro que las grandes catástrofes son las que despiertan la misericordia las dudas, y las pequeñas, cotidianas?
Efecitivamente deberiamos reflexionar y movernos un poco más.
Hola Elena,efectivamente, hemos tenido la gran suerte de nacer aquí estoy de acudo acuerdo contigo, y en lo de los gobiernos corruptos también. El árticulo me ha gustado, es una reflexión, nos pone a pensar. Yo creo que ni tú, ni yo podemos arreglar el hambre en el mundo, pero vamos sumando granitos de arena. Lo que dice este hombre es que nos pasamos esperando la solución venga de arriba, hasta los que no creen también.
ResponderEliminarClaro que da para hablar, para eso está.
Besos y un buen finde
Hola Lucero, me encantaría aportar soluciones, pero no soy economista, ni me dedico a la político. Y ver estas cosas duele.
ResponderEliminarBesos
Hola Gabriela, el gobierno o desgobierno tambien esta formado por personas. Ellos deberían hacerse esas mismas preguntas. Ellos deberían tomar medidas. Aqui todos los años nos manifestamos para pedir el o,7%, para compartir con los paises necesitados.
ResponderEliminarhttp://www.porunmundomasjusto.com/
La pobreza es una cuestión de voluntad política.
Besos
Hola Taxi, pr supuesto que a solución no es individual. La solución tiene que se una medida politica entre todos los paises desarrollados. Hay mucha gente arrimando el hombre,pero esos son parches que mitigan algo el dolor que no curan la enfermedad.
ResponderEliminarGracias por el detalle, me pasaré a ver co que me sorpendes :)
Besos
Hola María, claro que deberíamos reflexionr más. Pero te digo como a los demás,a nivel personal podemos ayudar pero esto ya está a gran escala. En Haiti antes de este devastador terremoto había ONG´S trabajando en Haiti, como lo hay en muchas zonas necesitadas del mundo. Pero eso no es suficiente. Si esta ayuda prestaba hubiera llegado antes del terremoto, la catástrofe habría sido menor.
ResponderEliminarSalir de la pobreza es una cuestión de voluntad política.
Besos
Hola Katy, lo hecho, hecho está, pero esperemos que ahora que ha caído, y el mundo se ha volcado en ayudarles, quien se tiene que encargar de gestionar esa ayuda para la reconstrucción lo hagan de forma coherente,mirando por el futuro del país, y aprendiendo de errores pasados.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola Nikkita, quien lo tiene que gestionar es el pueblo de Hait, sus gobernantes y que lo hagan de forma que beneficie a todos, y que se queden con la ayuda. Ayer justo hable con una amiga coprenate de Médicos sin Fronteras que viajaba hoy a Haiti. El mundo se ha volcado con ese pueblo, ayuda hay ahora a ver cómo se gestiona.
ResponderEliminarBesos y feliz finde
Madame, es triste que solo nos demos cuenta de que existe gente tan necesitada cuando sucede una catastrofe asi y nos sacude las conciencias. Creo que todos somos culpables de las injusticias, unos por accion y otros por omision. Estoy con madame Gabriela.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, madame
Bisous
Hola Madame, pero es así. "Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena" Triste pero la realidad nos lo demostra una y una otra vez. Pero yo ni pierdo la esperanza de esto cabie. Creo que cada vez hay más conciencias apoyando a los más de´biles.
ResponderEliminarBisous y feliz finde
Completamente de acuerdo, hemos alcanzado la mayoría de edad para muchas cosas y entre ellas debería estar la de reconocernos iguales y no permitir un mundo en el que haya gente que muera de hambre...cierto tb que elegimos a nuestros políticos...
ResponderEliminarPara pensar que tampoco somos "sostenibles" con la naturaleza...¿quizás la naturaleza se está defendiendo?
Sea como sea, la respuesta está en nosotros.
Besos amiga!!
Conocámos Haití ahora y antes y sabíamos de la locura y de la corrupción de sus dirigentes.
ResponderEliminarNos tranquilizamos pensando que que nuestros gobiernos democráticos ya ayudan.
Me ha gustado mucho el enfoque que le ha dado el autor de la carta, incidiendo en la libertad del ser humano, no esperando que nos venga solucionado todo desde el cielo.
Interesante y oportuno este recordatorio.
U beso grande
Hola Mujer del Lunar, sabio es tu comntario también. Hay que repartirse las culpas un poco. Pienso como tu que la naturaleza se defiende. Tuve un profesor que me enseñó lo siguente:
ResponderEliminar"Dios perdona siempre
El hombre a veces
La naturaleza nunca"
Besos y buen finde
Gracias Candi por dejar tu opinión. Creo que todos coincidimos en que algo hay que modificar en nuestros sistemas. Yo tampoco tengo la solución. Pero tiene que haberla y tarde o temprano daremos con ella.
ResponderEliminarBesos y buen finde
Gracias Candi por dejar tu opinión. Creo que todos coincidimos en que algo hay que modificar en nuestros sistemas. Yo tampoco tengo la solución. Pero tiene que haberla y tarde o temprano daremos con ella.
ResponderEliminarBesos y buen finde
Cuànta razòn Katy!! Què dificil este tema, y como siempre la injusticia social como fondo, producto de la ambiciòn desmesurada de unos pocos, que se enriquecen a costa del hambre de la gente...
ResponderEliminarCòmo es que no se sensibilizan esos gobernantes ????
No ven lo què pasa alrededor ??
Hola Silvana, tarde o temprano esto tendrá que cambiar. No se puede soportar tanta desigualdad entre los pueblos. Yo pienso como tu. Cuanta falta de sensibilidad de los gobernantes del planeta.
ResponderEliminarBesos y gracias por pasar