Considero que esto de culpar a los demás de todo lo malo que les pasa es todo un arte y no siempre consciente del ser humano. Hay personas que no saben hacer otra cosa que quejarse de lo injusta que ha sido la vida con ellos. Tratan de quitarle mérito al esfuerzo y trabajo de los demás que intententan mejorar personalmente y desean contribuir a que el mundo de las relaciones con su entorno se cada dia mejor.. a eso esas mismas personas lo llaman "suerte"
Aquí recojo una reflexión de J. Carlos Fernández que lo desarrolla con acierto y hace rereflecionar sobre la manera que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Aquí recojo una reflexión de J. Carlos Fernández que lo desarrolla con acierto y hace rereflecionar sobre la manera que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.
Cada día en cada decisión, las personas asumen una entre dos posiciones, que dan curso a lo que será su éxito o su fracaso: vivir como responsables o vivir como víctimas.Es decir, culpar a otros de lo que les sucede o asumir que lo que recogemos se debe a lo que sembramos.
Por razones de biología, los humanos, tenemos recursos que nos permiten relacionarnos con el mundo de manera muy particular.
Cuatro de esos recursos cuya forma de utilización afectan nuestra vida en distintas áreas, son: El lenguaje, la interpretación, la memoria y la imaginación.
-El lenguaje, se aprende en sociedad, está limitado por la forma de cultura que aprendemos y nos permite darle nombre a personas, objetos y situaciones. Si no disponemos de un nombre para expresar situaciones o experiencias podemos sentirnos confundidos. También el lenguaje nos permite usar esos nombres asignados, para describir lo que experimentamos, aunque las describamos prejuiciados por aprendizajes previos.
-La interpretación la hacemos con pensamientos o verbalizaciones y consiste en darle sentido racional a las cosas, opinar sobre ellas, descifrar lo que signifcan en nuestro codigo personal.
-En cuanto a los otros dos recursos, la memoria y la imaginación, diremos que la memoria, facultad superior vinculada al cerebro, nos permite almacenar y recordar experiencias e interpretaciones, mientras que la imaginación sirve para pensar en lo que no existe y visualizar cómo será o sucederá.
Estos cuatro recursos los usamos, para conformar una opinión compleja acerca de nosotros, que conocemos como la auto-imagen, base, por cierto, de toda nuestra actuación social. Esa auto-imagen surge de acuerdo con la forma como hemos sido tratados, lo que hemos experimentado, como hemos interpretado nuestras experiencias y las consideraciones que hacemos sobre lo que podemos o no, hacer, lograr y disfrutar.
Se habla de autoimagen negativa o positiva, si la manera de percibirnos es favorable o desfavorable,lo cual repercute en toda nuestra autoestima. Esa autoimagen la fortalecemos y protegemos férreamente, la mayoría de las veces sin notarlo, a través de varios mecanismos de defensa entre los cuales mencionaré únicamente el de proyección.
La proyección, concepto utilizado en principio por Sigmund Freud, sugiere que las personas recurren a la estrategia mental de colocar afuera, en el mundo exterior, algo que realmente les pertenece o es creación. Es una operación mental a través de la cual la persona se niega a responsabilizarse por una experiencia o situación causada o vivida por ella, y la coloca como causada por otras personas o cosas.
Aquí, se da origen, cuando se hace habitual,a lo que podríamos denominar la personalidad de víctima.
La personalidad de víctima o el victimismo, consiste entonces en defenderme de posibles situaciones de malestar, a través del no reconocimiento y proyección externa de determinada situación.
Si una persona llega tarde al trabajo, dirá que la causa es el tráfico, el coche, la lluvia, alguna otra persona que la frenó o cualquier otra eventualidad.
No pensará que la tardanza se debe a que no se organiza, a un hábito que no ha notado que tiene, al mal cálculo del tiempo, o a una protesta metafórica que hace contra el jefe, el trabajo o la empresa.
Aunque es una realidad frecuente la existencia de personas que se sienten poderosos y privilegiados, que se aprovechan de su rol o su capacidad para imponer conductas y métodos abusivos en contra de otros menos privilegiados en lo político, lo económico o lo social, también lo es la existencia de quienes se sirven del victimismo, para ganar atención o compasión.
Estos se muestran débiles y maltratados para encontrar el apoyo de otros y evitar tener que realizar los esfuerzos que su situación de vida, natural o adquirida les impone.
Una forma rabiosa de victimismo, consiste en molestarse, por que otros no son como nosotros o como deseamos que sean. En estos casos la tendencia es a atacarlos, acusarlos, etiquetarlos para dañarlos moral, emocional o físicamente.
Esta demostración de intolerancia excluyente, que por inconsciencia e ignorancia espiritual, suele verse amparada por ideologías y credos que ocultan lo que en realidad no es más que simple y llana conducta patológica.
Todos hemos actuado como víctima: niños, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, negros, indios y blancos, pobres, ricos. No hay excepción a esta regla y la razón es que, salvo algunos privilegiados, las personas no conocen la forma cómo funciona su mente, como crean una realidad falsa basada en pensamientos irracionales que generan conflictos y sufrimiento.
¿Y cuáles serían las soluciones?
- Acepte honradamente que suele vivir desde una posición de víctima, sin negarlo o evadirlo.
-Decida vivir desde una nueva posición mental, la responsabilidad de causa, lo cual consiste en aceptar que en alguna medida y a veces totalmente, es usted responsable de cuanto ocurre y acepte que ocurra en su vida.
Pregúntese: ¿Qué estoy haciendo para que esto me esté sucediendo?
-Acepte la nueva premisa de que usted no reacciona ante los eventos, situaciones o personas, sino a su interpretación u opinión acerca de ellos. No es lo que hacen sino lo que usted considera que deberían o no deberían hacer, lo que le afecta.
-Descubra la lista de personas y excusas que tiene para victimizarse.
-Manténgase alerta y relajado, para evitar reaccionar automáticamente.
-Pida a personas cercanas, a gente amiga, o a su pareja que le indiquen si se está victimizando en una puntual situacion, que le marquen los momentos en que los que usted recurre al habito de responder, victimizandose en lo que vive internamente como falta de capacidad de respuesta propia o como ha interpretado esa situacion que le es dificil manejar.
J. Carlos Fernández
Por razones de biología, los humanos, tenemos recursos que nos permiten relacionarnos con el mundo de manera muy particular.
Cuatro de esos recursos cuya forma de utilización afectan nuestra vida en distintas áreas, son: El lenguaje, la interpretación, la memoria y la imaginación.
-El lenguaje, se aprende en sociedad, está limitado por la forma de cultura que aprendemos y nos permite darle nombre a personas, objetos y situaciones. Si no disponemos de un nombre para expresar situaciones o experiencias podemos sentirnos confundidos. También el lenguaje nos permite usar esos nombres asignados, para describir lo que experimentamos, aunque las describamos prejuiciados por aprendizajes previos.
-La interpretación la hacemos con pensamientos o verbalizaciones y consiste en darle sentido racional a las cosas, opinar sobre ellas, descifrar lo que signifcan en nuestro codigo personal.
-En cuanto a los otros dos recursos, la memoria y la imaginación, diremos que la memoria, facultad superior vinculada al cerebro, nos permite almacenar y recordar experiencias e interpretaciones, mientras que la imaginación sirve para pensar en lo que no existe y visualizar cómo será o sucederá.
Estos cuatro recursos los usamos, para conformar una opinión compleja acerca de nosotros, que conocemos como la auto-imagen, base, por cierto, de toda nuestra actuación social. Esa auto-imagen surge de acuerdo con la forma como hemos sido tratados, lo que hemos experimentado, como hemos interpretado nuestras experiencias y las consideraciones que hacemos sobre lo que podemos o no, hacer, lograr y disfrutar.
Se habla de autoimagen negativa o positiva, si la manera de percibirnos es favorable o desfavorable,lo cual repercute en toda nuestra autoestima. Esa autoimagen la fortalecemos y protegemos férreamente, la mayoría de las veces sin notarlo, a través de varios mecanismos de defensa entre los cuales mencionaré únicamente el de proyección.
La proyección, concepto utilizado en principio por Sigmund Freud, sugiere que las personas recurren a la estrategia mental de colocar afuera, en el mundo exterior, algo que realmente les pertenece o es creación. Es una operación mental a través de la cual la persona se niega a responsabilizarse por una experiencia o situación causada o vivida por ella, y la coloca como causada por otras personas o cosas.
Aquí, se da origen, cuando se hace habitual,a lo que podríamos denominar la personalidad de víctima.
La personalidad de víctima o el victimismo, consiste entonces en defenderme de posibles situaciones de malestar, a través del no reconocimiento y proyección externa de determinada situación.
Si una persona llega tarde al trabajo, dirá que la causa es el tráfico, el coche, la lluvia, alguna otra persona que la frenó o cualquier otra eventualidad.
No pensará que la tardanza se debe a que no se organiza, a un hábito que no ha notado que tiene, al mal cálculo del tiempo, o a una protesta metafórica que hace contra el jefe, el trabajo o la empresa.
Aunque es una realidad frecuente la existencia de personas que se sienten poderosos y privilegiados, que se aprovechan de su rol o su capacidad para imponer conductas y métodos abusivos en contra de otros menos privilegiados en lo político, lo económico o lo social, también lo es la existencia de quienes se sirven del victimismo, para ganar atención o compasión.
Estos se muestran débiles y maltratados para encontrar el apoyo de otros y evitar tener que realizar los esfuerzos que su situación de vida, natural o adquirida les impone.
Una forma rabiosa de victimismo, consiste en molestarse, por que otros no son como nosotros o como deseamos que sean. En estos casos la tendencia es a atacarlos, acusarlos, etiquetarlos para dañarlos moral, emocional o físicamente.
Esta demostración de intolerancia excluyente, que por inconsciencia e ignorancia espiritual, suele verse amparada por ideologías y credos que ocultan lo que en realidad no es más que simple y llana conducta patológica.
Todos hemos actuado como víctima: niños, jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, negros, indios y blancos, pobres, ricos. No hay excepción a esta regla y la razón es que, salvo algunos privilegiados, las personas no conocen la forma cómo funciona su mente, como crean una realidad falsa basada en pensamientos irracionales que generan conflictos y sufrimiento.
¿Y cuáles serían las soluciones?
- Acepte honradamente que suele vivir desde una posición de víctima, sin negarlo o evadirlo.
-Decida vivir desde una nueva posición mental, la responsabilidad de causa, lo cual consiste en aceptar que en alguna medida y a veces totalmente, es usted responsable de cuanto ocurre y acepte que ocurra en su vida.
Pregúntese: ¿Qué estoy haciendo para que esto me esté sucediendo?
-Acepte la nueva premisa de que usted no reacciona ante los eventos, situaciones o personas, sino a su interpretación u opinión acerca de ellos. No es lo que hacen sino lo que usted considera que deberían o no deberían hacer, lo que le afecta.
-Descubra la lista de personas y excusas que tiene para victimizarse.
-Manténgase alerta y relajado, para evitar reaccionar automáticamente.
-Pida a personas cercanas, a gente amiga, o a su pareja que le indiquen si se está victimizando en una puntual situacion, que le marquen los momentos en que los que usted recurre al habito de responder, victimizandose en lo que vive internamente como falta de capacidad de respuesta propia o como ha interpretado esa situacion que le es dificil manejar.
J. Carlos Fernández
Tengo una amiga que siempre me dice que lo que piense hoy es cómo va a ser mi dia de mañana.... y que lo que pensamos es lo que "creamos". Y he tenido muchas ocasiones ya de comprobarlo, así que le voy a pasar este texto....
ResponderEliminarBesos Katy.
Hola Nikkita, estoy bastante de acuerdo con este pensamiento. Hay gente que pasa la vida quejandose de lo mal que les va, de lo injustos que son los demás, que todo les sale mal, pero siemre son los demás o las circunstancias las culpables.
ResponderEliminarBesos y si sales pues feliz descanso
Madame, me ha gustado mucho este texto. Resulta muy clarificador, e invita a reflexiones mas profundas sobre algunos aspectos.
ResponderEliminarEs que precisamente hará cosa de una semana yo mantenía una conversación con una amiga con respecto a eso del victimismo, y estoy muy de acuerdo con lo que dice el texto. Es verdad, esa tendencia a buscar fuera no conduce a nada positivo. Y somos asi tambien para buscar no solo la desdicha, sino tambien la felicidad.
Yo digo que somos nosotros mismos los que generamos la mayor parte de toda esa energía, positiva o negativa segun nuestro modo de ver y afrontar las cosas.
Buenas noches, madame
Bisous
Hola Katy!! Creo que muchas veces sucede que nos ponemos en ese lugar de víctimas. pero luego cuando nos tranquilizamos y sabemos reconocerlo, nos damos cuenta de la situación. Sucede que es el arma de autodefensa más ràpida para tomar. Muy bueno amiga.
ResponderEliminarBesossssssss
Madame estupendo comentario clarecedor. Igual que buscamos el vivtimismo podríamos ser buscadores si no de la felicidad al menos del equilibrio.
ResponderEliminarEl vivtimismo es la patelata del que no quiere cambiar nada.
Bisous
Hola Gabriela, aquí hay n ref´rán que dice "Ni come ni deja comer"
ResponderEliminarAsí son estas persona que llaman la atención sobre su persona sin mover un dedo para cambiar la situación.
"Arma de autodenfesa" como bien dices. Así es, lloro, me quejo y así me prestan atención.
Besos
Un texto magnífico Katy.
ResponderEliminarHay personas que van de víctima por la vida y se creen el centro del universo y de las desgracias del mundo.
Sólo hay que mirar alrededor para darse cuenta de que después de todo somos unos privilegados en realidad.
Un besote.
Hola Elena el victimismo es una buen recurso para que todos anden detras de ti. Ir de pobrecita colgndóles a los demás tu mochila es rentable. No se a la larga, porque todos tenemos nuestros problemas, pero como dices somos unos privegiados en toda regla. Comida que llevar a la boca, una cama para dormir y hasta para pagarnos algunos caprichos.
ResponderEliminarBesos
Hola paso a saludarte y darte las gracias por hacerte mi seguidora!!!
ResponderEliminaresoy de acuerdo con este pensamiento que pusistes le voy a sacar copia y lo voy a leer mas tranquilamente!!!
me voy por cinco dias de vacaciones!!!!
le pido a Dios y los angeles te cuiden y bendigan siempre
besos y abrazos :o)
antes de poder agregar un comentario mas que posiblemente no sera leido o por el contrario tal vez guste a muchos de nuestros lectores.
ResponderEliminarMi posicion es real, la vida esta llena de altos y bajos y realmente cuando estamos en caminos dificiles no debemos ver a los demas como aventajados de la vida.
La suerte como tal no exite, pero algo muy seguro es que si perseveramos encontraremos mejores respuestas en nuestro andar.
http://edwinduncan.blogspot.com/
Gracias Edwin gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEsta es una buena frase : "cuando estamos en caminos dificiles no debemos ver a los demas como aventajados de la vida".
Un saludo
Gracias Blanca, que disfrutes de estos dias de descanso,y estoy encantada que de que estés de acuerdo con esre texto.
ResponderEliminarBesos
Hola... me gusta mucho lo que escribes. Fue hasta terapéutico jeje... te sigo!! y sigue escribiendo se agradece.
ResponderEliminarBienvenida Duende a mi casa. Eres bien recibida y si te sirve alguno de mis post para refelexiona, mejor que mejor. Me alegro que te guste.
ResponderEliminarPasaré en cuanto puedo por la tuya.
Abrazos