Cirugía estética

Os dejo un tema que aparentemente resulta frívolo, o se frivoliza , pero muchas veces detrás se esconde un drama humano, conflictos psicológicos, traumas , insatisfacciones personales que no voy a analizar porque no estoy cualificada para ello. Simplemente es para reflexionar.

Cuando la cirugía se tuerce: de la nariz de Belén Esteban a la boca de Esther Cañadas

Belén Esteban genera polémica haga lo que haga, pero siempre es y será protagonista. La mal llamada «princesa del pueblo» se pasea por los platós desde hace unas semanas con una imagen que no ha dejado indiferente a nadie...La ex de Jesulín pasó por el quirófano para arreglarse el tabique nasal y, de paso, quitarse las bolsas de los ojos. El resultado ha sido un desastre y ha generado un debate social sobre los peligros de la cirugía plástica. El de Belén Esteban ha sido el último, pero no el único caso. Otros cambios, como los de Esther Cañadas, Ana Obregón o Yola Berrocal también han sido muy comentados. En el otro extremo están las famosas que han logrado mantener su belleza a golpe de bisturí, como Carmen Lomana, Elsa Pataki, Isabel Preysler y Nati Abascal. Pero, ¿existe un mismo patrón de belleza en todo el mundo? No, y por eso han sido tran criticados los cambios radicales de "celebrities" internacionales. 

Rostros totalmente estirados, con ojos achinados y bocas de pez (consecuencia de un estiramiento excesivo) gustan al otro lado del Atlántico, y así no es raro ver a famosos como Meg Ryan, Nicole Kidman, Courtney Love, Donnatella Versace o Melanie Griffith con esas caras que aquí consideramos un mal resultado de la cirugía y allí son el objeto de deseo, cuenta Ezequiel Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Secpre). 

Hay hombres que tampoco asumen el paso del tiempo. Eso le ha permitido a Sylvester Stallone rodar la sexta entrega de Rocky, con los 60 años ya cumplidos. Micky Rourke tampoco tiene nada que ver con ese hombre atractivo que conquistó a Kim Bassinger durante nueve semanas y media y que el año pasado estuvo a punto de ganar el Oscar gracias a su nueva imagen. O el recientemente fallecido Patrick Swayze, que renovó su rostro y consiguió acabar sus días en una serie de éxito. 

Hay más ejemplos de cómo el lugar de residencia condiciona la estética que se persigue. En EE UU piden una talla de sujetador mucho mayor que la que pedirían las españolas. Pero las modas cambian y ahora lo que se lleva es quitarse las prótesis, como acaba de hacer la ex Spice Girl Victoria Beckham.

En el tema de narices parece que buscamos lo que no nos ha concedido la genética. Las personas de raza negra, dotadas genéticamente de narices “anchas y bajas de tabique”, las quieren estrechas y largas, típicas de la raza caucásica. Un claro ejemplo fue Michael Jackson.

Si hay una técnica cuyos resultados no convencen es el aumento de labios con inyección de distintas sustancias -no de silicona, que está prohibida-. “Cuando se inyectan sustancias permanentes dan problemas porque se hacen rígidas y aparecen granulomas”, explica Rodríguez.

La boca de Esther Cañadas lo define. ¿Por qué se operan?

Las causas por las que una persona decide realizar una operación estética pueden variar: por mejorar el aspecto, por corregir un defecto, para evitar ser discriminados por la edad, por contentar a la pareja, etc. Desde luego, es sabido que los medios también tienen un impacto considerable. 

Según el doctor en Psicología Valentín Martínez-Otero, un número significativo de las personas que demandan estos cambios «presenta problemas psicológicos. Las personas con dismorfofobia (del griego “dis”=alteración, y “morfia”= “forma”) tienen una desmesurada preocupación por algún defecto físico, real o imaginado. Se ha hablado incluso del “complejo de Thersites”, personaje de la Ilíada caracterizado por su fealdad y maldad».

ç Las féminas también se preocupan más ahora por sus glúteos: prótesis o infiltraciones de grasa están a la orden del día al más puro estilo Jennifer López. Y ellos, también mejoran sus pectorales con prótesis. Pero, si cada vez hay técnicas más avanzadas, más experiencia y más pacientes, ¿por qué se producen tantas aberraciones? Según Rodríguez, todo depende del conocimiento de la técnica que tenga el cirujano. La presencia en los medios de personas que se han operado ha contribuido a que la cirugía estética se popularice no sólo en mujeres, también en varones, y a edades tempranas. 

El psicólogo advierte además de que «también aumenta la insatisfacción hacia el propio cuerpo en un número considerable de personas».

¿Mi pregunta es si te operarías ?

Fuente: Periódico la Razón.