Sueño a las puertas del 2010

Intento describir mis vivencias de estos días pero no encuentro las palabras adecuadas para hacerlo con claridad. Se me amontonan, los sentimientos, las imágenes las ideas que se mezclan unas con otras sin tener que ver nada entre sí.
Noticias tristes, problemas, alegrías, regalos, niños, celebraciones, enfermedades, compras, proyectos, despedidas, hambre, guerras, dolor y todas juntas planean sobre mi cabeza a velocidades de vértigo sin que pueda echarles freno. Es un brainstorming (lluvia de ideas) que me lleva por caminos y vericuetos de la mente sin un fin determinado en busca de soluciones imposibles.
Me siento extraña, abandonada por el último rayo de lucidez para sumergirme en un caos total que no inhibe sin embargo mis ganas de escribir. El 2009 toca a su fin. Dentro de mi luchan sentimientos encontrados por gente cercana y lejana que sufre, que lo pasa mal, la alegría y la felicidad de algunos, y el sufrimiento y la preocupación por el porvenir incierto para otros muchos...

Mi naturaleza optimista se resquebraja en algunos momentos y entonces he de sacar la luz de la esperanza de la que guardo siempre una pequeña llama que no se apaga para buscar la palabra adecuada y la fuerza para prestar mis manos y mi hombro que parecen más fuertes de lo que son en realidad.
Sueño cada año que el entrante va a ser mejor para todos. Que habrá más justicia, solidaridad entre los habitantes de este único hogar común que es la Tierra.
Llegó el momento de soñar, estamos saliendo y encaminando nuestros pasos hacia el 2010. Recuerdo aún la ilusión al entrar al nuevo milenio como si entrásemos a mundos fabulosos pero que se han quedado en el reino de las ideas porque nuestros egoísmos particulares han cambiado muy poco.
¿Será el año 2010 el año mágico que devuelva la cordura a los habitantes de Gaia?
Tenemos 365 días para demostrarlo, os invito a soñar conmigo.