Paseando por Madrid con nuestro profe de arte, recorriendo el Barrio de Palacio aterrizamos delante del convento de las Descalzas, en dónde está la estatua dedicada a Lope de Vega.
El monumento a Lope de Vega fue inaugurado en 1902. El pedestal que representa una poesía, el escudo de Madrid es obra del arquitecto José López Salaberry. Mateo Inurria es el autor de la estatua en bronce del escritor. Lo pe de vega fue uno de los poetas y dramaturgos del Siglo De Oro de las letras españolas.
Y como me gusta bastante he aprovechado a mostrarla y de paso a compartir uno de sus poemas que me hace pensar bastante en cada una de sus estrofas.
Convento de las descalzas
Ya puestos os diré que este Monasterio es un convento de monjas agustinas recoletas. Fue fundado por la reina Margarita de Austria, esposa de Felipe III, a comienzos del siglo XVII y construido por Juan Gómez de Mora (1611 a 1616) Guarda el convento una valiosa pinacoteca visitable de los siglos XVII y XVIII.
A mis soledades voy
A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo,
no puedo venir más lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Él dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
«Sólo sé que no sé nada»,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No me precio de entendido,
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
Dijeron que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los estraños,
y la de cobre los nuestros.
¿A quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Todos andan bien vestidos,
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
Dijo Dios que comería
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
y algunos, inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud y filosofía
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos polos tiene la tierra,
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando estoy los sepulcros,
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh, bien haya quien los hizo!
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.
Fea pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero.
Sin ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos;
ni murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
Con esta envidia que digo,
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
Lope de Vega
Hermoso paseo y bella poesía que nos haces compartir.
ResponderEliminarBesos
Es precioso el Monasterio de la Encarnación por fuera y por dentro, se agradece tu explicación y la poesía que nos dejas, Un abrazo y sigue paseando y contando.
ResponderEliminarA mis Soledades Voy
ResponderEliminarDe mis Soledades Vengo
Y yo en Mi Soledad Tristemente quedo.
Gracias Katy, por este regalo que nos haces, del Convento (Historia y Fotos) y de esa Poesía, que dice tanto.
manolo
Fachada característica de las iglesias franciscanas. Saludos
ResponderEliminarVeo que tus cursos sobre arte dan sus frutos, eso está muy bien. Y no sólo asimilas lo que te enseñan sino que te sirve de inspiración. El poema es magnífico, no podía ser de otra manera tratándose de Lope de Vega.
ResponderEliminarUn beso Katy.
Ese paseo y esos versos me son muy comunes y vividos. Era soltero, vivía en una pensión cercana a la zona y recorría esas calle de nombres tan ilustres mascullando los versos de sus muy afamados literatos. Por cierto, las Soledades son comunes a muchos de ellos: Lope, Góngora, Machado...
ResponderEliminarUn beso.
El romance es puro Lope, debío dictarlo del tirón a uno de sus amanuenses mientras al mismo tiempo pensaba un soneto y terminaba el primer acto de una de sus comedias. Su verdadero y más precioso monumento fue el amor esterno e incondicional del pueblo de Madrid pero como el poeta era muy vanidoso le gustaría ver estos otros :) Debió ser una época magnífica... Todos esos genios conviviendo en poco espacio y peleándose constantmente entre sí. Hay un romancillo feroz de Quevedo contra su archienemigo Góngora donde Don Francisco sale en defensa de su amigo Lope sólo por el gusto de mortificar al otro " y al pobre Lope de Vega/te lo has llevado de paso/ sólo por llamarse Lope/ de tu consonante esclavo"...
ResponderEliminarUn abrazo grande, Katy, mejórate.
Besos
Bom dia, poema lindo sobre a solidão que pode ser benéfica ou incomodativo, os monumentos são belos com a sua longa historia.
ResponderEliminarAG
http://momentosagomes-ag.blogspot.pt/
Arte, poesía, historia,... ¿qué más se puede pedir? y más tratándose de Lope el más ingenioso, el más querido y admirado.
ResponderEliminarFénix de los ingenios y Monstruo de la Naturaleza decía uno. A este Lopico lo pico decía el otro. Todos querían de una u otra manera acercarse a él.
Me ha encantado esta reflexión Katy.
Besos