Piensa

La vida es corta para levantarnos por la mañana con tristezas, nadie dice que será fácil, sólo te puedo asegurar que valdrá la pena

Seguidores

domingo, 29 de septiembre de 2013

El Rojo de las amapolas (Susanna Tamaro)



En lo primero que me fije fue en la foto de las amapolas en la revista de Mujer Hoy y recordareis  que hace un par de meses dedique un post a tan bella flor que preside el salón de mi casa. Después  me di cuenta  que el artículo era  de la escritora Susanna Tamaro a la que conocí por su magnífico libro:
" A donde el corazón te lleve" regalo que me hizo mi hija hace ya unos cuantos años.
Transcribo el  artículo que me gustó mucho.

La otra tarde estuve echando un ojo a mis abejas. El momento de la extracción de la miel se acerca y el hipnótico zumbido de las recolectoras, que regresan cargadas a la colmena, llena todo el aire. Mientras las observaba, no podía dejar de pensar en esos insecticidas (al fin prohibidos por la Unión Europea) que tantos agricultores han estado empleando para luchar contra los parásitos. Se les conoce como neonicotinoides. Estos compuestos atacan, hasta destruirla, la memoria de las abejas, que, de este modo, como los ancianos aquejados de alzhéimer, acaban pululando perdidas sin encontrar el camino a casa. Las abejas, al igual que nosotros mismos, son memoria; sin ella, no logran sobrevivir. Y, como nos recordó Einstein con dotes proféticas, sin las abejas nuestra vida sobre la Tierra está condenada a desaparecer en unos pocos años.

Vivimos en una sociedad obsesionada con el cómo morir, que, sin embargo, no se pregunta cómo debemos vivir. La exaltación del individualismo narcisista nos ha convencido de que estamos rodeados de grandes y bellos paisajes cuando, en verdad, no son más que trampantojos. Hoy nos encontramos en un callejón sin salida. Abandonarnos solamente a las veleidades del yo, como nos anima a hacer esta sociedad cínicamente materialista, es la mejor manera de encontrarnos atrapados en un mundo lleno de angustia y miedo. La proliferación contagiosa de ataques de ansiedad es algo que lo confirma. Más allá del consumo, no surgen razones que den sentido a nuestra vida. Compro y, al comprar, también yo soy comprado: este es el siniestro motor que mueve a la sociedad contemporánea. Pero, ¿adónde? Solo hacia el abismo.

Para entender bien en qué nos hemos convertido, miremos con calma los campos de trigo, ahora que se acerca la cosecha. El grano está maduro; esta visión, por sí misma, debería proporcionarnos una sensación de plenitud y felicidad. Pero no: hay algo en estos campos que chirría. Mucho amarillo, sí, pero solo amarillo. ¿Dónde están las amapolas, las flores de lis o las manzanillas, siempre fieles compañeras del grano? Lo cierto es que ya no se ven, han caído fulminadas por los herbicidas selectivos, porque esas flores que nos llenaban de gozo (y que tantas obras maestras de la pintura universal han inspirado) no eran más que hierbajos que había que eliminar para optimizar el rendimiento de la cosecha.

Estos campos amarillos y grises hasta la extenuación reflejan nuestra sociedad mejor que miles de ensayos sociológicos. Esto es en lo que nos hemos convertido. ¿Y si lo que nos hiciera falta de verdad fueran las amapolas y las flores de lis? ¿No tendrá nuestra sociedad, hoy más que nunca, una necesidad imperiosa de regirse por la sencillez y por la belleza?

Actualmente, solo vivimos buscando el máximo rendimiento a todo. Lo que no aporta beneficios inmediatos acaba por ser eliminado. No se toleran ni la diversidad ni la sencillez. Más allá del consumo materialista, no encontramos elementos que den significado a la existencia. Pero no somos solo materia; necesitamos incorporar también la belleza, el asombro, la humilde capacidad de emocionarnos.


34 comentarios:

  1. Cuánta razón. Quizá no te lo creas pero últimamente me fijo mucho en la falta de amapolas y de jaramagos en los campos en primavera. Lo veo todo muy distinto a cuando era niña, un tiempo en el que ir al campo era toda una experiencia llena de color, amapolas, conejitos, jaramagos, tenedores, panecillos, ortiguitas... Podías llegar a casa con un buen ramo de flores para regalárselo a mamá.

    Un beso Katy.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es mi querida Elena. El texto está escrito con una gran sensibilidad pero no exenta de una crítica hacia nuestra forma de vida.
      Bss

      Eliminar
  2. Estos Pensamientos que nos has dejado en tu escrito, son desgraciadamente muy reales.
    Esos campos de Amapolas, los jaramagos que recogíamos del borde del camino, para dárselo a los pájaros, todo eso se va perdiendo.

    Saludos, manolo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo se va desvaneciendo en aras del "Gran progreso" pronto no nos quedarán más que la contaminación y los edificios.
      Un abrazo

      Eliminar
  3. Me quedo con tu última frase: " Pero no somos solo materia; necesitamos incorporar también la belleza, el asombro, la humilde capacidad de emocionarnos"
    Espero que el ser humano llegue a darse cuenta en algún momento del terrible error que está cometiendo y no termine desapareciendo como los amapolas.

    Feliz semana Katy.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Leti, estamos equivocadas en la forma de como hemos tratado al Planeta y ahora nos pasa factura. Yo también me uno a tu espera.
      Bss

      Eliminar
  4. Y al final también es cuestión de apariencias... como esos tomates o esa fruta que encuentras en el supermercado, de forma casi perfecta, pero sin sabor alguno.
    Abrazos, Katy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Su es que todo está contaminado o es transgénico y ni aún así hemos conseguido paliar el hambre del Planeta. Y me temo que va a más, hasta que nos llegue a nosotros.
      Un abrazo

      Eliminar
  5. Un artículo impresionante, es muy buena observadora la autora.
    Y no le falta razón, los campos de trigo sembrados de color rojo, están desapareciendo.
    Lo que prima hoy en día es la productividad y el beneficio, poco importancia se le da a esa florecilla que nace inofensiva y alegra el paisaje e inspira a pintores y poetas.
    Te deseo una muy feliz semana y te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
    Kasioles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Kasioles observadora y sumamente sensible.
      Las amapolas son unas de mis flores preferidas y me cuesta encontrar un campo medio rojo. Alguna que otra diseminada. y las blancas ni se ven.
      Bss



      Eliminar
  6. Un articulo que hace recapacitar en tiempos de antaño, donde todo tenia otra mirada y donde cada uno de nosotros vivíamos más relajados y felices.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucho más relajados, menos agobiados, y aunquela comida no era abundante era sana. Ahora terminamos por no saber ni lo que comemos ni lo que respiramos.
      Bss

      Eliminar
  7. Yo también me pregunto ¿dónde están las amapolas?
    Muy buen artículo, como todo lo de Susana Tamaro.
    Cariñoso abrazo Katy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que conozcas a la autora. Es muy buena como dices y muy realista.
      Bss

      Eliminar
  8. Aquí, donde vivo, a cinco escasos minutos de León, sobrevive una finca grande y destartalada, llena de mastines, cabras, gallos y gallinas. Huele na más que regular, y queda rarísima entre bloques de pisos, el parque municipal y el complejo del polideportivo y las piscinas(que son horrorosos)pero yo la miro con mucho cariño porque parece que los dueños se negaron a venderla en su día, cuando podían haber sacado un potosí por ella y siguen sembrando cebada y sí, entre la cebada hay muchas, muchas amapolas. Un beso, Katy

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genial, siempre hay personas que tienen claro el valor de las cosas y lo calibran. Vivimos en bosques de hormigón en vez de árboles y comemos plastico.
      ¿No seremos transgénicos?
      Bss

      Eliminar
  9. Triste realidad que critica a una sociedad en la que la sensibilidad brilla por su ausencia. Amapolas, lavanda, poleo, era precioso como daban color a los campos. Te has fijado lo que hacen con los girasoles?, los siembran para dejarlos morir al sol solo por intereses económicos. Es una pena.

    Un abrazo y un ramito de amapolas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querida amiga otoñal. Es una crítica real que ya ha calado en mucha parte de la sociedad pero no es suficiente. No se trata de gustos sino de supervivencia. Y de seguir así nos pasará como a los girasoles.
      Bss

      Eliminar
  10. Interesante Post la humanidad depende de todo cuanto existe en nuestro planeta fabulosa reflexión feliz semana Saludos

    http://comprenderysaber.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dependemos del Planeta y no lo cuidamos. Nos damos cuenta u¡y esperamos que se arregle solo. Igual lo hace pero nos llevará por delante.
      Un abrazo

      Eliminar
  11. galicintas30/9/13 19:01

    Cierto es todo lo que dice este artículo,solo estamos haciendo un mundo materialista ,frío y sin sentido.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo pero creo que es bastante tarde dar marcha atrás. Tal vez cundo queramos nos costará mucho más de lo que hemos tardado en estropearlo.
      Bss y buena semana

      Eliminar
  12. Gracias por pasar por mi sitio, tuve unos problemas esta semana y no pude visitar a muchos. Agradezco la fidelidad. Un beso grande.

    Pd ya me iré recuperando y contestando a todos como se merecen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un placer leerte siempre. A veces no hay tiempo para lo virtual y es comprensible. Lo gratificante es volver.
      Bss

      Eliminar
  13. Así es, madame. Nada tendría sentido sin ello. No quisiera vivir para ser solo materia.

    Encantada de volver por aquí.

    Feliz día

    Bisous

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida de nuevo madame, la que está encantada soy yo de volverla a ver. Me alegro de corazón.
      Bisous

      Eliminar
  14. Pobres abejas, para matar diferentes variedades de insectos........ la muerte llega tambien a ellas.

    Pero......los seres humanos siguen sin entender,

    Cariños

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si es que mi querida Abu, nos lo cargamos todo. Una pena y como dices sin entender.
      Bss

      Eliminar
  15. Hola Katy! Estoy paseando por tu blog y las amapolas rojas son para mi un símbolo de parte de mi vida en Humanes de Madrid, unos años atrás. No sé hoy, pero por entonces mirarlas era una maravilla para el alma y el escrito que elegiste es una reflexión para el ser y el alma de todos.Gracias! Beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Helen me gusta verte por aquí. Estás en tu casa.
      Susanna Tamaro me encanta. Ya no hay amapolas apenas en Madrid, y es una de mis flores preferidas. Gracias a ti por la visita.
      Bss

      Eliminar
  16. Es cierto.....me gusta detenerme en las pequeñas simples cosas (aunque nunca me sobra el tiempo) y descubrir los nuevos brotes, el colorido de las plantas.....
    Mi glicino está en flor .La magia de la naturaleza....
    Hoy.... acabamos de plantar un jazmín del cielo y un romero.Cuando tupan pondré las fotos.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estupendo, me encantará ver las fotos de ese jazmín:-) El romero que huele tan bien. Suerte
      El tiempo casi nunca sobra por eso me cuesta entender a la gente que dice que se aburre.

      Eliminar
  17. Estaba buscando como resolver el jeroglífico de tu nieta y me llegó una visita, lo dejé pendiente y se me borró; pero me gusta el azul y el gris; lo intentaré de nuevo en otro momento. Ahora me congratula saber que tus nietas/os, siguen los pasos de su abuelaaaaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pobre abuela, ellas parece que tiene talento para el dibujo la mayoría. Pero quien no ha dibujado de niño:-) Bss Isidro, me alegro verte de tan buen humor hoy.

      Eliminar

Gracias por tu pasos y mucho agradezco que dejes tu huella,

Translate

Powered By Blogger