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miércoles, 23 de septiembre de 2009

El mate, más que una bebida.


Hace unos días me trajeron este hermoso cuenco desde la Argentina, y resultó ser una pipa para tomar mate. Había oído algo vagamente en mi época de estudiante allá en Venezuela y Colombia, que se trataba de una bebida muy consumida en Argentina, Chile, Uruguay, o sea en todo el cono sur de América.
Mis profesores de Yoga son argentinos y la escuela es de allí ("Escuela de Cambio" también les he visto con bastante frecuencia compartiendo mate entre ellos en cuencos parecidos. Bejé mi pipa toda orgullosa a clase y de paso pedirles que me contaran algo sobre esta costumbre.
Uno de ellos Martín muy amablemente me dio este artículo no sin antes compartirlo con el resto de los alumnos.
Me apetece hacer lo mismo porque me encantó, porque está lleno de múltiples simbolismos, de ternura, de amistad y de valores que no pasan.

El mate no es solo una bebida

Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida.
En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate provoca exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa, la primera frase es "hola" y la segunda "¿unos mates?".
Esto pasa en todos los hogares, ya sean ricos o pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón...
Cuando conocés a alguien, lo invitás a compartir unos mates.
La gente pregunta, cuando no hay confianza: "¿dulce o amargo?". El otro responde: "como tomes vos".
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas.
Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera.
Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez unos mates solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno.
Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena.
La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa.
Es la sinceridad para decir: "¡basta, cambiá la yerba!".
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, "¿está caliente, no?".
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.

Ahora vos sabés: un mate no es sólo un mate...
Es tan difícil imaginar a un argentino que no tome mate, como pedirle que no coma asado o le diga no al dulce de leche.

12 comentarios:

  1. Me parece muy importante que una tradición o costumbre sirva para transmitir generación tras generación tantos valores, la charla amistosa, el contacto enre jóvenes y mayores, realmente es mucho lo que transmite esta hermosa historia sobre el mate.
    Tengo una pipa de tomar mate que un amigo me regaló hace mas de treinta años y la conservo como uno de mis objetos mas valiosos, no por la pipa, si no por quién me la dio.
    Como siempre nos has ofrecido un relato precioso querida Katy.
    Un beso.
    Fabia.
    PD me ha tocado especialmente porque tengo un vinculo muy especial con Argentina, y espero poder visitarla algún dia.

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  2. Hola Fabia estoy muy de acuerdo con lo que expresas. Yo me pensaba que tomar mate era un vicio y resulta que hay toda una bella tradición detrás de ella. Tradición que se transmite de generación en generación. Valores que se asumen cuando uno está preparado.
    Cualquier dia nos juntamos tu y yo a disfrutar un matecito en nuestras pipas, aunque ya lo estamos haciendo virtualmente.
    Un beso amiga

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  3. Hermoso relato Katy, còmo explicar lo que es tomar mate ? Tomar mate es un sentimiento, te llena de paz, nos socializa.
    Gracias por esta entrada, me siento muy identificada.
    Silvana

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  4. Gracias a ti Silvana. Que tu de Mate sabrás mucho más que yo. Pero me encanta saber, aprender, compartir
    Un beso

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  5. HolaKaty. Hermoso post. Me llega especialmente porque nosotros, los argentinos, vivimos esa tradición como un ritual de amistad, de amor, de camaradería. Lo describiste muy bien. Gracias en nombre de mi país.
    Besos

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  6. Bonita filosofía, alquimia y esencia la del mate. No lo conocía.

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  7. Gracias a ti Gabriela, me encanta Argentina de hecho al emigrar mis padres fue el destino elegido pero surgió luego este otro pais que adoro Venezuela y estaba mucho más cerca nuestro destino final. Pero soy una enamarada de todos los paises del Sur.
    Un abrazo enorme como siempre

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  8. Ay, querida Katy, eso que llamás pipa es el mate,y por donde lo tomás es la bombilla, qué lío no? ja,ja,ja, qué preciosa sos!
    Es tal cual como lo contás, el mate nos permite tomarnos tiempo para conversar, y compartir buenos momentos en familia, y con amigos.
    Siempre tengo el mate preparado y un termo de agua caliente.
    En el desayumo y la merienda, el mate es el protagonista, dicen que donde hay mate hay amor.

    Besitos, mi bella amiga!

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  9. KATY... POR QUE SOS UNA GRANDE EN TODO LO QUE PONES EN EL BLOG... ESPERO NO TENGAS UN REGISTA... JAJAJA ES UN CHISTE EN TANTO COMO TAL ARGENTINO Y QUE LLEVO EL MATE A EUROPA (PARA MI Y MIS AMIGOS NO?!) Y ESCRIBO Y AFIRMO ESTE COMENTARIO CON EL AMIGO MATE Y MI ESPLENDIDA MUJER QUE SE HA REIDO TANTO DE TODAS LAS COSAS QUE SON SOLO PARA CAUSAR UNA PEQUEÑA SONRRISA COMO LAS FOTOS QUE HE PUBLICADO EN MI BLOG... NO ES NADA CON RESPECTO HA IMAGENES HOT... JAJAJA ERA UN PEQUEÑO CHISTE DIRIJIDO A AMIGOS QUE SE HAN SENTIDO IDENTIFICADOS... JAJAJA BUENO NO PIENSES MAL KATY... MI MUJER DICE QUE SOY UN DESASTRE Y QUE POR AHI ES DIFICIL QUE LA GENTE ENTIENDA MIS CHISTES...

    PERO EN TODO ESTO MY PERO MUY ESPLICATIVA LA NOTA SOBRE EL MATE... ESPERO SI LO BEVES TE SIENTAS BIEN YA QUE AL COMIENZO DEL MISMO ES RARO... PERO ES UNA HABITUD...

    COMO SIEMPRE TE DEJOS 5 ABRAZOS Y BUENO 2 SOS UNA GRANDE...

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  10. Hola Katy, por fin me he animado y ¡acabo de estrenar blog! http://aunsintenernadaclaro.blogspot.com
    Cuando gustes me encantará que me visites.
    Un beso.
    Fabia.

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  11. Bueno Elsis a si es. Se han reído de mi mis profes en clase de Yoga, al principio lo llamé cuenco, jajaja. Ya me enterado Mate y Bombilla y no pipa:-). Me han enseñado como curar mi mate (Han dicho que es es un jojoto) Así que pronto estaré compartiendo mate con ellos y con vosotros virtualmente
    Gracias Elsis me ha encantado tu comentario
    Besitos

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  12. Me alegro Il Dante que dieras señales de vida. Te he tocado las fibras sensibles como buen argentino con esta entrada del mate. Si ya te conozco lo suficiente y se que eres muy bromista.
    Un saludo a ti y un beso a tu a tu mujer

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Gracias por tu pasos y mucho agradezco que dejes tu huella,

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