Así la vi por última vez
amortajada de blanco, fría
con serena y pálida tez,
en un ataúd de cedro yacía.
Ante mi tenía la muerte
rodeada de flores y dolor,
toda esa gente, ese ambiente
lleno de llanto y estupor.
No comprendo por qué padecemos
cuando alguien tiene que partir,
si al nacer todos sabemos
que tarde o temprano vamos a morir.
Pero aquella muerte me conmovió
sacudió todos mis firmes cimientos,
descubrí lo efímero de mi vida
y pensé en todos los muertos...
Lo intuía sí, que era ciencia exacta
misterio inexplicable del que nadie habla,
pero nos deja mudos, vacíos, perplejos
si de repente irrumpe y la paz nos arrebata
Mueren los demás, a mi aún no me alcanza
pero cuando nos toca de cerca vuela la calma,
no hay consuelo posible, ni esperanza
el que se ha ido nos deja a jirones el alma.
La muerte es mucho mas que una poesía,
en medio de la pena es un canto a la vida,
asumir su realidad sabiendo que no es teoría
debería motivarnos a mejorar
nuestro entorno y relaciones cada día.
(Katy)
Desde el momento que nacemos, cada día morimos un poco.
ResponderEliminar