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lunes, 25 de abril de 2011
Facultades mentales
Demasiadas veces se relaciona la madurez con la pérdida de facultades mentales. Pero especialistas en el funcionamiento del cerebro como Tony Buzan aseguran que no tiene por qué ser así.
Las pruebas de coeficiente intelectual que comparan el rendimiento de mayores y jóvenes suelen dar una puntuación más alta a estos últimos por una simple cuestión de entrenamiento: los estudiantes están más habituados a resolver pruebas de este tipo que los que dejaron la escuela o la universidad hace varias décadas.
Sí es cierto que un cerebro joven tiende a resolver los ejercicios con más rapidez que uno adulto. Pero eso no es necesariamente negativo, ya que la lentitud está motivada por una experiencia que ha enseñado a la persona a filtrar más posibilidades antes de llegar a una respuesta.
A partir de cierta edad, sin embargo, un cerebro apelmazado por una actividad sedentaria, con muchas horas frente al televisor, empieza a ralentizarse y a tener problemas de memoria. Así como a los pacientes con una larga hospitalización les cuesta volver a caminar, porque han perdido tono muscular, también las facultades intelectuales requieren un entrenamiento diario. Para lograrlo, vamos a cuidar de nuestro centro de operaciones con un plan de antiaging.
Las monjas de Mankato
“Una mente perezosa es el taller del diablo” (Proverbios)
En su manual Tu cerebro más joven, Tony Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE UU) llamado Mankato. Desde hace tiempo interesa a los investigadores del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay una cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental.
Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97 años. Otra hermana, Mary Esther Boor, no se jubiló de su trabajo hasta los 99 años.
El profesor David Snowdon de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana.
Compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases. Según Snowdon, el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos.
Estudiosos del cerebro humano han demostrado que la red neuronal del cerebro nunca es la misma, ya que, dependiendo de nuestra actividad, fortalecemos unas conexiones a la vez que debilitamos otras. Cada experiencia enciende su propio patrón de neuronas, por lo que el mapa cerebral cambia sin cesar.
Ésa es la buena noticia: puesto que el buen estado de los circuitos del cerebro depende de lo que hacemos con él, podemos evitar la pérdida de facultades mentales tonificando nuestra materia gris con retos y estímulos de calidad.
La regla de las 10.000 horas
“Lleva mucho tiempo llegar a ser joven” (Pablo Picasso)
En un libro del que se ha hablado mucho recientemente, Fueras de serie, Malcolm Gladwell postula la regla de las 10.000 horas. Según las estadísticas recogidas por el autor, es el tiempo que necesita aplicarse a una misma actividad cualquier persona para alcanzar la maestría.
Contrariamente a lo que se cree, el cerebro de un genio no es diferente del de alguien común y corriente, tal como se comprobó en la disección del de Einstein. Todos tenemos más talento para unas disciplinas que para otras, pero lo que distingue a la persona brillante del resto son esas 10.000 horas que ha dedicado a una misma cosa, sea el violín, la informática o la gestión de un negocio.
Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro. Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas.
Es el caso del ajedrecista que, en los primeros compases de la partida, mueve sus piezas sin tener que cavilar. O el de un pianista de nivel que interpreta una compleja partitura mientras habla con alguien. Su esfuerzo y constancia les han procurado un seguro de vida para sus facultades intelectuales, que operan incluso sin que intervenga la conciencia.
Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida con la edad fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su último día de vida. Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años. Y un escritor más cercano a nosotros, José Saramago, sigue manteniendo a los 87 años una más que envidiable actividad literaria.
Su secreto tiene dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión.
Las 7 claves de un cerebro joven
“Envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan muy ocupados” (André Maurois)
Como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar el violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a cualquier edad.
Según el divulgador William Speed hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento:
1. Ejercicio. Según los especialistas en terapias antiaging, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejora el ritmo cardiaco y, por tanto, la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene
en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento. Por tanto, el ejercicio suave suministra más sangre y oxígeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación. El consumo de alimentos ricos en antioxidantes –frutas y verduras, legumbres, frutos secos, té verde– no sólo ayuda a prevenir el cáncer, sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro. Una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.
3. Aprender siempre. Aunque nuestra materia gris empieza a envejecer a los 30 años, un aprendizaje constante permite mantener la agilidad. Para ello debemos procurar a la mente ejercicios y nuevos desafíos.
4. Mantener la calma. Jeansok Kim, un investigador de la Universidad de Washington, asegura "que el estrés puede dañar los procesos cognitivos como el aprendizaje y la memoria". En especial, el estrés crónico debilita la región del cerebro denominada hipocampo, donde se forma y consolida la memoria.
5. Dormir suficiente. Un estudio llevado a cabo en Harvard con estudiantes de matemáticas demostró que un buen descanso nocturno duplicaba la capacidad de los participantes para resolver problemas planteados el día antes. Esto se debe a que, mientras dormimos, el cerebro se mantiene activo y tiene tiempo de sintetizar lo que ha aprendido con anterioridad. La expresión “voy a consultarlo con la almohada” tiene, por tanto, mucho sentido.
6. Reír. El humor estimula la generación de dopamina, una hormona y neurotransmisor que nos hace “sentir bien”. La risa nos ayuda a relativizar nuestras preocupaciones, con lo que evitamos que nuestra mente se ancle.
7. Aprovechar la experiencia. Lo bueno de hacerse mayor es que atesoramos un archivo con millones de situaciones que nos proporcionan criterio. Esta información podemos aprovecharla para afrontar problemas –nuestros o de otras personas– para los que una persona joven no está preparada.
Juegos para el cerebro.
“Los seres humanos no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar” (Oliver Wendell Holmes).
En las farmacias se venden sofisticados complementos vitamínicos para nutrir nuestro músculo pensante, y las tiendas de productos naturales recomiendan ginseng para la vitalidad y gingko biloba para reforzar la memoria. Sin embargo, la mayoría de especialistas coinciden en que el juego es el protector número uno de las facultades mentales.
La terapeuta Amber Hensley aconseja incorporar a nuestra rutina diaria alguna de estas actividades para mantener bien lubricada nuestra red neuronal:
• Juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el dominó o las cartas, incluyendo los solitarios.
• Puzzles, mecanos y otros juegos de construcción.
• Crucigramas, sudokus o cualquier pasatiempo.
Para los que se aburren con esta clase de pasatiempos, aprender un idioma es una excelente manera de engrasar todos nuestros circuitos cerebrales, ya que implica ejercitar la memoria, entender nuevas estructuras y sintetizar reglas gramaticales.
Por supuesto, dos actividades como leer y escribir también resultan una gimnasia mental de primer orden, al igual que aprender a tocar algún instrumento musical.
Una actitud optimista será el complemento imprescindible para que nuestro cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos.
Alimentar la curiosidad y celebrar cada día que pasamos en el mundo es todo lo que hace falta para no retirarnos nunca del lado soleado de la vida.
Como reza un proverbio irlandés, “nunca lamentes que te estás haciendo viejo, porque a muchos les ha sido negado este privilegio”.
Para mantener la mente fresca.
1. Libros
– ‘Tu cerebro más joven’, Tony Buzan (Urano).
– ‘Fueras de serie’, Malcolm Gladwell (Taurus).
2. Películas
– ‘Ahora o nunca’, Rob Reiner (Warner Home).
– ‘Space cowboys’, Clint Eastwood (Warner Home).
3. Discos
– ‘At my age’, Nick Lowe (Proper Records).
– ‘Buena Vista Social Club’, Ry Coder (World Circuit).
“La única forma de mantenerse joven mentalmente es no dejar nunca de jugar.
Independientemente de la edad, debemos vivir como si estuviéramos poniendo a prueba el mundo, es decir, seguir siendo niños. Cuando observamos a grandes artistas como Matisse, Picasso o Miró, entendemos que en esencia continuaron haciendo lo mismo que en su infancia: jugar, divertirse, ponerse nuevos retos. Mantener la ilusión cada día y no renunciar a los valores de la infancia es el elixir de la juventud. También para el cerebro, pues en cuanto empiezas a pensar como un viejo ya has perdido la batalla. Por eso es bueno que los abuelos estén cerca de sus nietos y les vean jugar e imaginar. Los niños son nuestros mejores maestros”
(Gerard Rosés, pintor).
"Nada en esta vida es producto de la coincidencia o de la casualidad, lo que hagamos en este mundo, mientras la materia del cuerpo tenga vida, tendrá repercusiones en la eternidad de nuestro espíritu."
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Vaya, yo creía que con la actividad cerebral íbamos perdiendo neuronas que no volvíamos a recuperar.
ResponderEliminarEs un alivio saber que los sudokus, la actividad bloguera y las discusiones sirven para desarrollar la capacidad mental. Pronto no me cabrán los sesos dentro del cráneo.
Un beso.
Bueno, madame, honestamente creo que a Mozart le hicieron falta algo menos de esas diez mil horas que necesitamos los demás para alcanzar la maestría con un instrumento.
ResponderEliminarEn cualquier caso, pienso seguir entrenando mi mente, entre otras cosas porque siempre es un placer. Y si además así se mantiene más sana para el futuro, tanto mejor. Creo que, efectivamente, el entrenamiento no resuelve todo el problema pero es una enorme ayuda.
Buenas noches, madame
bisous
Interesante post. Yo estoy totalmente de acuerdo con el proverbio irlandes y sobre todo por seguir manteniendo la curiosidad por todo lo que me rodea, creo que es una buena manera de mantener la mente activa.
ResponderEliminarBesos.
Que estupendo lo que has tomado como tema y , lo bien desarrollado que esta.
ResponderEliminarFue gratisimo leerte.
Temas muy presentes cuando comparto con profesionales que estan en el área del adulto mayor.
Cariños.
Jajaja Elena ya te estoy viendo la cabeza más grande. Claro que las actividades mentales ayudan a funcuinar las neuronas. Nunca se deja de aprender si adoptamos esta postura vital.
ResponderEliminarNo lo dudes tu sesera va en aumento.
Besos
Totalmente de acuerdo con su postura Madame. los intelectuales tampoco están a salvo de mal innombrable, pero desde lurego creo que cualquier entrenamiento es positivo. Y com bien apunta "Es un placer" tanto con¡mo su comentario.
ResponderEliminarBisous
Eso es Elysa, mantener la mente activa. No se puedo afirmar que sea la panacea, pero nos sirve al menos para seguir caminando.
ResponderEliminarBesos
Gracias Abu es interesante estudiar también lo que otros han trabajado y a las conclusiones que han llegado. Tratándose del cerebro y de la mente más porque siguen siendo las grandes desconocidas.
ResponderEliminarBesos
Exhaustivo desarrollo del tema uq nos presentas hoy. Muy interesante y bien documentado.
ResponderEliminarSaludos
Hola Katy, hay que ejercitar la mente tanto como el cuerpo para que no se atrofie, con los dos trabajando seguiremos jovenes a los 90.
ResponderEliminarP.D. Cuando mi padre dejo de trabajar a los 70, se encerro en si mismo, lo que deribo en Alhzeimer
Hola Antorello, es que me inquieta el tema. la mente prodigiosa, misteriosa, impredecible...
ResponderEliminarun abrazo
Hola Contrapunto, no hay seguridades absolutas, pero al menos si ocurre habremos hecho todo lo posible por evitarlo, mientras que si no hacemos nada viviremos con la duda.
ResponderEliminarUn beso y feliz tarde
Ya ves, tus neuronas estan al mil, mira que entrada trajiste!!!, sera que has descansado y tus neuronas funcionan a la perfección y te doy las gracias por compartirlas :)).
ResponderEliminarCuidate mucho amiga y se muy feliz en tu dia a dia.
Un abrazo
Un post muy interesante,que deberiamos tener,como un un almanaque, en la pared...Pero no de adorno,para mirarlo todos los días...Besos Lola
ResponderEliminarGrasis Fina, ya sabes las neuronas hay que cuidarlas como un tesoro. Siempre digo que lo que no se usa se muere:)
ResponderEliminarUn beso amiga y cuidémonos.
Hola Carmen las tuyas están a tope también. No creo que necesites tener este post a la vista:)
ResponderEliminarUn beso
Me voy a imprimir este post porque creo que es de capital importancia para todos nosotros. Creo que falta ahí una variable importante que es la lectura. Leer todos los días también mantiene el cerebro sano así como la dedicación a una afición, cualquiera que sea, por ejemplo pintar, hacer labores, ver películas. Esto último relaja, mantiene fresco el cerebro y el ánimo, porque el deseo de aprender tiene que ver mucho también con la voluntad y las ganas.
ResponderEliminarBesitos
Hola Carmen si se cita la lectura como un puntal importante pero además va implícito porque casi todo lo que hacemos al aprender tiene que pasar por una lectura previa.
ResponderEliminarPero aún es más importante como señalas el querer hacerlo y ponerte a ello.
Hay mucha gente que no tiene interés por nada y enseguida se aburre. Me alegro que te haya parecido interesante.
Un beso
Un post muy interesante. Hace ya mucho tiempo que deje de pensar negativamente al cumplir años. Hoy a una semana justa de cumplir de nuevo años pienso que es un privilegio poder hacerlo y que si ademas con un poco de esfuerzo, ganas de jugar y sonrisa fácil, el adquirir años y experiencia es bueno para la mente...me consideraré además de inteligente una persona afortunada y feliz.
ResponderEliminarUn besazo Katy
Hola Katy, estoy con tigo 100%. Es importante ejercitar la mente. Es necesario llenar nuestro cerebro con información nueva, para prevenir o retener enfremedades mentales que nos pueden afectar en nuestro diario vivir.
ResponderEliminarFelicidades anticipadas Lenore por tu cumple. La madurez también trae consigo satisfaciones si saben aprovechar, y por suuesto como dices es un buen ejercicio mental acumular datos y experiencias.
ResponderEliminarUn beso
Cada vez se afirma científicamente esta verdad. No dejar de ejercitar la mente. Es tan importante como el ejercicio físico y el alimentarse bien. Asi que nada a darle duro al "Coco"
ResponderEliminarUn beso Nathalie
Completamente de acuerdo con todo y soy además de la misma idea, lo único que no hago porque no me gusta nada es jugar, quizás porque prácticamente no lo hice de niña.
ResponderEliminarPuedo verificar que conforme más escribes, dibujas o lees, mejor lo haces con el tiempo, yo lo he visto en mis trabajos. Observo mis principios y lo realizado ahora, evidenciando una diferencia sustancial aparte de que me ha ayudado a superar con la consiguiente mejora en todo, incluso la memoria ha mejorado.
Sabéis porque la longevidad de las monjas aparte de lo dicho, su independencia, tranquilidad, su celibato.
Buenísima entrada, interesante e importante, muchas gracias por ella.
Un abrazo. Me alegro tu vuelta aunque se entienden unas merecidas vacaciones.
Hola MariC aunque no han sido unas vacaciones al uso, han sido unos dias a pleno rendimiento con los nietos que si estaban de vacaciones. Pero cambias el chip. Te haces niña con ellos y se te quitan todas las preocupaciones.
ResponderEliminarY si tu estás de acuerdo con el post, yo lo estoy con tu excelente argumentación.
Un beso