Estos días he estado un poco más pendiente y atenta de lo normal a los comentarios de la gente de mi barrio, conocidos y menos conocidos, de los amigos y familiares en general, porque estoy buscando “buenas noticias” para una entrada para el blog propuesta por Javier y me llevé más de una sorpresa. Sorpresa que dio lugar a esta reflexión.
Hace algunos años tuve la oportunidad de asistir r a un curso de Control Mental (ya lo he comentado alguna vez) en dónde entre otras cosas te enseñan cómo las palabras conforman nuestra mente (cuando repetimos muchas veces una palabra el subconsciente termina por identificarse con ella)
Mi asombro viene de que la palabra que más he escuchado en estos días en boca de la gente era “odio” para expresar disgusto malestar o desagrado por algo, cuando en realidad esta palabra es el reflejo de uno de los sentimientos más destructivos que hay.
«El odio es una pasión ciega y arraigada en el corazón viciado por el capricho, por la envidia, por las pasiones; un afecto que en ningún caso deja de ser bajo e indigno de un ánimo honrado y generoso.
El odio es el padre de la envidia y del resentimiento. Odio a todo el que es diferente a mí, o al que no piense como yo y no es más que una forma de expresar temor.
(Sinónimos: animadversión, animosidad, antipatía, inquina, repugnancia, repulsa, manía, rechazo, aborrecimiento, ojeriza, tirria, rabia, fobia, rencor, saña, malquerencia…)
A lo que iba, la gente utiliza esta palabra con una frivolidad y naturalidad increíbles, como un comodín, porque tal nuestro lenguaje hablado se ha vuelto muy pobre al la hora de expresarnos.
El que no odia la verdura, odia la música, el que no el ruido de los coches, el griterío de los niños, los petardos, a la nieve, al viento, a la lluvia, a las compras, los belenes, las campanadas, el metro, las aglomeraciones, el circo, las verbenas, las luces, los villancicos, la Tele, el cine, a la Belén Esteban, a los Reyes y a toda la monarquía, a las modelos, a los de derechas, a los de izquierdas, la ropa de vestir, a piercing, al fútbol, al avión, a los rojos, a los verdes, a los cristianos, a los judíos, a los americanos, a la familia, a los gays, las comidas, el turrón, al cordero, a los padres, a alguno de los amigos hermanos, a la exmujer, al amante, al que se manifiesta, al que se queda en casa y al “sursum corda”.
Ante esta palabra “Odio ” dicha por buenas personas se queda uno pensativo, ya que después de escucharles un rato se despiden deseando Feliz Año Nuevo y se les llena la boca de paz y felicidad para los días venideros, sentimientos por otra parte en las que no cabe la palabra odio bajo ningún concepto.
Mi pregunta sería:
Cuando utilizamos esta palabra con tanta frecuencia ¿Qué es lo queremos expresar con ella en realidad? ¿Refleja acaso nuestro sentir?
Tal vez deberíamos modificar un poco nuestro lenguaje tan rico en expresiones y emplear otras palabras que tenemos en el diccionario como podrían ser:
Me disgusta, no me gusta, es desagradable, me resulta fastidioso, es una molestia, me da asco, (Está asqueroso como dicen los niños) es repugnante, feo, repelente, detestable, antipático, pésimo, indigesto, etc.…
He escogido esta palabra por repetida estos días , pero hay otras muchas que igualmente son desacertadas a la hora de emplearlas y dan lugar a equivocaciones, porque no reflejan nuestros verdaderos sentimientos.
“No hay mejor espejo que refleje la imagen del hombre que sus palabras”
(Luis Vives)
Si esto es cierto la verdad es que algunos lo hacemos bastante regular yo la primera.
Hola Katy!! Qué razón tenés, se usa un vocabulario tan pobre y esa palabra odio la utilizamos con tanta facilidad que ya se introdujo en las expresiones cotidianas. “No hay mejor espejo que refleje la imagen del hombre que sus palabras” es una frase muy cierta. Trataré de cuidarme cuando hable porque me gusta que me quieran.
ResponderEliminarBesosssssss
Cada vez hablamos peor, abreviamos palabras, las utilizamos mal... no nos preocupamos por lo que decimos o mejor dicho por cómo lo expresamos...
ResponderEliminarLa palabra odio se ha convertido en un comodín que utilizamos para multitud de ocasiones, a pesar de no ser la adecuada siempre.
Creo que muchos suspenderíamos esta asignatura.
Un abrazo
corriendito por que me voy a la chamba una de tantas vengo a dejarte un enorme abraso y a decirte que te deseo un feliz año lleno de todo lo bueno y bello que hay en el mundo
ResponderEliminarsaludos Katy
despe
Katy, sólo quiero decirte que yo lejos de odiarte TE QUIEROooooo...
ResponderEliminarBesos.
hola katy:
ResponderEliminarvengo a darte un afectuoso saludo y un fuerte abrazo katy, muchisimas felicidades para el 31 de diciembre y seguir en contacto por este medio.
saludos de las chicas superpoderosas (mi mama, mi hija cuatro patas y yo)
Gracias Gabriela, Gata, Despe, Elena y Almalu por todos los buenos deseos, cariño y cecanía que me demostráis. Perdonad que os conteste así pero ya no me queda más tiempo para hacerlo individualmente. Pero como el mensaje esta vez es el mismo Feliz Año para todas y mis deseos de paz para el año venidero.
ResponderEliminarUnos besos
Buenas tardes Katy gracias por tu compañia durante este año que ya se nos va, deseo que la paz secuestre tu vida, el amor inunde tu alma y la felicidad se refleje en tu cara, te deseo de corazón todo lo bueno que te mereces y que tengas una hermosa semana besitos.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo 2010.
Gracias Lucero por pasarte. Se no vas 2009 ciertamente pero detrás de un año viene otro con sus emociones, alegrias y contratiempos. Siempre pido solventarlo todo, y vivir lo más feliz con lo me toca. Es mi deseo para ti.
ResponderEliminarUn beso
Qué cierto es Katy, con el vocabulario tan rico que tenemos, cada vez utilizamos menos palabras, y acabamos usando una en sustitución de muchísimas. Cada vez hablamos peor, y escribimos peor. Me quedo con la frase de Luis Vives, que no la conocía pero me ha llegado al alma.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola Nikkita hay que estudiar para no caer en la momotonia pobreza de lenguaguaje. Qué dificil es escuchar a alguien que habla bien. Cuando eso ocurre se me cae la baba :-)
ResponderEliminarLa Frase de Luis Vives preside este blog. Pero está tancamuflado que ni se ve.
Besos
saludos, Katy! Impresionado por tu sitio. El tema del uso de las palabras es exquisito. Yo trato de usarlas siempre con corrección y en ocasiones hasta con gracia.
ResponderEliminarMe honraría que pasaras a visitar mi pequeño primer sito y me des tu autorizada opinión.
www.diloconestilo.blogspot.com
hasta siempre
Hola Katy, ya ves, por primera vez en pasitos cortos y disfrutándolo... este post me ha parecido excelente, pues toca un tema de fondo que siento de vital importancia. Una terapia que hice en algún momento difícil de mi vida me enseñó (entre otras "cosas"9 lo que tu planteas en esta entrada: si uno repite, piensa, se conecta de manera sistemática con una palabra, una idea, un sentimiento... se van creando caminitos, circuitos en el cerebro que responden conductualmente a ello ... y no metafóricamente hablando si no que literalmente. Lo bueno ( y en eso consistió la terapia) es que así como uno puede autogenerarse caminos negativos y autodestructivos en el cerebro, también puede borrarlos y reparar y reconstruir. A los depresivos este sistema los sana, claro, si es que quieren sanarse.
ResponderEliminarY con respecto a eso de hablar ligeramente, creo que es una pandemia con consecuencias no sólo léxicas si no conductuales precisamente.
Muchos besos y muchos abrazos!