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La vida es corta para levantarnos por la mañana con tristezas, nadie dice que será fácil, sólo te puedo asegurar que valdrá la pena
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sábado, 23 de mayo de 2009
Hojas de la vida
Existen muchas personas en nuestras vidas que nos han hecho felices por el simple hecho de haberse cruzado un día en nuestro camino.
Algunos recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, sin embargo, a otros apenas les vemos entre un paso y otro.
A todos los llamamos amigos y sin embargo podemos distinguir bastantes diferencias entre unos y otros y no por ello son menos importantes.
Podemos representar en cada hoja de nuestro árbol a uno de nuestros amigos:
Las primeras hojas que nacen del brote son nuestros amigos papá y mamá, quienes nos enseñan a caminar por la vida.
Pasamos a conocer al resto de las hojas que son los miembros de nuestra familia a quienes respetamos y deseamos el bien. Después vienen los amigos cercanos, con los que dividimos nuestro tiempo y espacio para que puedan crecer junto a nosotros.
Caminando el destino nos presenta a otros amigos, que tan siquiera sospechábamos que se cruzarian en nuestro camino. Colegio, Trabajo, viajes, en el dia a dia...
A unos poco los llamamos amigos del alma, cercanos a nuestro corazón porque nos brindan una amistada sincera y verdadera. Nos conocen a fondo y saben cuando no estamos bien y lo que nos hace ser felices.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
Mas también hay muchos que están solo por un tiempo más corto, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro durante el tiempo que les tenemos cerca.
Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra, muy de vez en cuando.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría: son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Os deseo a cada una de mis hojas: paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Hoy y siempre...
Simplemente porque cada persona que ha pasado y nos ha tocado en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí misma y se lleva un poco de nosotros.
Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.
Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad
¡Que el Señor nos permita llenar nuestro árbol de hojas amorosas, y de encuentros que nos hagan florecer día a día!
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Gracías hoja (enorme) por estar en mi rama, siempre muy junto a mi.
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