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La vida es corta para levantarnos por la mañana con tristezas, nadie dice que será fácil, sólo te puedo asegurar que valdrá la pena
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lunes, 1 de marzo de 2010
El regalo de los insultos
Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.
Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí.
Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha.
Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama. Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro.
Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados..
Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.
Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:
– ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿ Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?
– Si alguien se acerca a tí con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quien pertenece el regalo? preguntó el samurai.
– A quien intentó entregarlo – respondió uno de los discípulos.
– Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – dijo el maestro. Cuando no aceptamos los insultos, estos continúan pertenteciendo a quien los carga consigo
Paulo Coelho
Historias con alma
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Hola Katy.
ResponderEliminarMe gustó este cuento.
Buena enseñanza, hace cierto eso de que dos no pelean si uno no quiere.
Qué acertadas palabras nos ofrecen los pueblos orientales para la reflexión.
Un besote.
Genial, Katy. Aquí vale la aquella máxima que reza que para bailar el tango siempre hacen falta dos.
ResponderEliminarBesos de lunes de fiesta (en Andalucía) ¡Ah: se siente!
Hola Katy!! Una excelente enseñanza. La metáfora del regalo me pareció increible y muy acertada.
ResponderEliminarDos no pelean si uno no quiere.
Feliz lunes!!!
Besossssssss
Hola Elena, "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio" aunque este refrán me parece demasiado duro. Y no va dirigida a la persona que lanza sus insultos, bastante tiene con hacerlo. Si a hacer caso omiso a esas palabras.
ResponderEliminarBesos
Hola Onmi, ese refrán no lo conocía. Me encantan los refranes, reúnen toda la sabaiduria de los hombres.
ResponderEliminarBesos
Hola Gabriela es muy bueno. Tenemos que entrenarnos para no escuchar algunas cosas, porque nos pueden hacer mucho daño. Al menos yo soy muy sensible, y a fuerza de golpes me he ido curtiendo. Me imagino que cómo la mayoría de los humanos.
ResponderEliminarbesos
Oiga, pues es una buena filosofia.
ResponderEliminarVisto asi tiene razon, sí señor.
Es lo mejor que se puede hacer: cultivar esa calma y esa paciencia que a muchos nos falta.
Feliz comienzo de semana
Bisous
Hola Madame, es posible conseguirlo. Simplemente recordando aquelll refrán de que hace daño "el que puede y no el que quiere" ya es un buen comienzo. Como me decían cuando era jóven, no entres al trapo...
ResponderEliminarY ahora lo digo con orgullo aunque duele a veces se callar.
Besos
Qué buena historia Katy!, llevas razón que se aplica el dicho que daña quien puede y no quien quiere. Me ha encantado este cuento, nunca se me habría ocurrido verlo así.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola Nikkita, es que eres muy jóven :)
ResponderEliminarLa vida termina por enseñarte si quieres aprender. Cuesta llegar pwero se llega.He tenenido buenos maestros que me han ayudado hacer el camino.
Con la de problemas que hay en el mundo y en la vida que hay que resolver es fácil minimizar.
Besos y te deseo una buena semana.
Gracias Katy por compartirlo. Tomamos del Universo todo lo que tiene para darnos, solo nos quedamos con lo que resuena dentro nuestro.
ResponderEliminarAbrazo de luz, Mirta
Hola Mirta, tenemos la posibilidad de quedarnos con lo mejor. pero a veces no nos damos cuenta que el otro tambien es tu yo, reflejo tuyo. Y lo que hagas de negativo al final te será devuelto.
ResponderEliminarUn beso